viernes, marzo 29, 2024

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“UNA BUENA EMPLEADA”

Algunos funcionarios del Concejo de Medellín padecen cierta inconformidad al escuchar palabrear el nombre de Diana Cristina Tobón López, quien se desempeña como Subsecretaria del Cabildo Municipal.

El miércoles 10 de septiembre recibí un anónimo en contra de esta empleada de muy bajo perfil, en el cual se denuncian varias irregularidades y abusos de poder. La información provino de un correo electrónico corporativo.

Aunque los anónimos, se reciben con beneficio de inventario debido a la desmedida carga de inquina, cizaña, resentimiento, miedo, cobardía y ganas de hacer daño a una persona; es necesario detenerse y evaluar la situación, porque algo de verdad deben de tener los insistentes llamados de atención por parte de los subalternos de la denunciada. Los anónimos, son como los sicarios de pueblo, también llamados escopeteros de mitad de siglo XX, que se iban al pie del camino para empotrarse en un barranco a esperar a que pasara la víctima para jalar del gatillo y dar por la espalda. La técnica sigue vigente.

Los miedosos para otorgar crédito a sus denuncias, deben meditar la frase: “Es preferible aguantar hambre parado, que comer arrodillado”, en vez de esconderse para tirar por detrás. Así es muy fácil y el compromiso y la responsabilidad con la denuncia es mínima. Gran característica de los godos.

Sí la influencia de dicha funcionaria es tan grande; más grande, tiene que ser la protesta. Sí toca empelotarse y ponerse un par de plumas para salir a gritar a la Plazoleta de la Alpujarra, hay que hacerlo. La dignidad, esa cualidad, excelencia y realce; ese decoro de las personas en la manera de comportarse, no se puede perder por el sólo resentimiento a las presuntas contradicciones de un jefe. El jefe, mande bien o mande mal, es el jefe, pero el que en el empleo aguanta maltratos por parte de su jefe por la simple contraprestación de una mesada está muerto en vida. Es una máquina para pegar remaches o botones.

Sin embargo, hay que aceptar que sentir miedo al denunciar es de humanos, más cuando es evidente la inoperancia de los organismos de control disciplinario que retrasan y empapelan los procesos de los amigos de sus amigos. La Personería y la Procuraduría, siguen permeadas por los favores de la política de turno. No operan y entre las instituciones del Estado garantizan muy poco. Ese es el miedo de los funcionarios denunciantes del Concejo.

Las denuncias y contrapartes publicadas por el periódico conservador de amplia cobertura, son suficientes para soportar la polémica que protagoniza la cuota política del saliente presidente de la corporación Federico Gutiérrez Zuluaga. Un detalle interesante es que Diana Cristina Tobón López es la noviecita del exsecretario del Concejo Santiago Gómez en el 2007, y quien hoy se desempeña en el gobierno del Patrullero “Lonso” Salazar como Gerente General de las Terminales de Transportes de Medellín. Aunque no existe ninguna clase de irregularidad, la historia está demostrando que estos tecno–políticos son distintos a la hora de discernir y hablar del quehacer político, pero sus integrantes tienen las mismas mañas de los personajes de los garajes ortodoxos de la política. En otras palabras, rotó, circuló, cambió el personal. Son políticos nuevos con las mismas prácticas completamente idénticas a las que han hecho los antecesores del quincuagenario Fajarkamón, próximo excandidato a la Presidencia de la República.

No sabemos si las denuncias son verdad o mentira. Sí son verdad, los amigos políticos de la presunta estafadora del erario utilizarán lo que sea para taparle el pecado. Sí es mentira saldrán a sacar pecho porque “cambió la forma de hacer política”, “Medellín va del miedo a la esperanza” o es “La más educada”, ¿cuál prefieren?

A los anónimos del Concejo de Medellín, les queda, si el miedo es tanto, nombrar un representante particular que soporte las denuncias ante los organismos del control disciplinario o simplemente apretar lo que sabemos, y esperar a que “Dianita” termine su ciclo. Puras patadas de ahogado.

LOS AMIGOS DE FARAÓN


A un amigo del exalcalde de Medellín, Sergio Fajardo Valderrama, se le zafó una perla hace unos días. Dice el amigo de “Checho”, quien integra un importante sector del departamento que algunos líderes de su movimiento andan preocupados con la pobreza de precandidatura del Fajarkamón.

Argumentan que el discurso que está manejando en los recorridos es muy pobre e improvisado. Cuando se le consulta sobre temas puntuales como la debacle económica del país por causa de las Pirámides (nada que ver con las de la Av. Oriental), sale con respuestas flojas que denotan el desconocimiento del tema. Sólo basta recordar su pobre, corta y vergonzosa participación por la Cadena de Radio Caracol en las horas de la mañana, no hablaba sino bobadas. Su imitador de la Luciérnaga lo hace mejor.

Tanta es la desazón de algunos de sus seguidores más allegados que en una rueda de prensa hace unos días con periodistas extranjeros, cuando le preguntaron sobre la recesión gringa y sus implicaciones para Colombia, respondió en inglés y nadie le entendió, lo que dilató el encuentro.

Su amigo, el integrante de un importante sector del departamento, le ha suplicado hasta con lagrimitas en los ojos que desista de su candidatura, que la aplace, pero no hace caso. ¡Ya estamos comprando el Desitin!

Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.