jueves, abril 18, 2024

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EL REGRESO DE LOS CHAPETONES

Nacionalismo y amor propio es lo que necesita nuestro pueblo colombiano, y especialmente nuestros dirigentes. Aguantamos de todo por el sólo argumento de que la visita de cualquier forastero como Pipe y Lety, quienes nunca le han dado un golpe a la tierra para ganarse su sustento, servirá para mostrarle al mundo la presunta transformación de Medellín.

Por primera vez, los Príncipes de Asturias, el zángano Felipe de Borbón y la plebeya Letizia Ortiz, visitarán la ciudad. Llegarán a la provincia para inaugurar el V Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, que se realizará los días 29 y 30 de mayo, en compañía del Presidente de México, pero ese es de los nuestros.

Para pelar más el cobre y lastimar la rodilla, el alcalde “Lonso” y su sequito esperarán la llegada de los holgazanes reales hacia las 11:00 de la mañana de este viernes en el Aeropuerto Olaya Herrera, como una muestra de nuestro servilismo lambón y montañero, característica evidente cuando vemos un extranjero. ¡Que falta de personalidad!

Posterior a la inauguración del Congreso, Pipe y Lety visitarán el único sector que promueve la alcaldía, el ícono de la aparente transformación de la ciudad y único sitio en el mundo donde la gente se muere de felicidad y no por las balas que disparan los integrantes de combos que se disputan el poder del territorio: el Barrio Santo Domingo, nororiente de Medellín.

Después de montar en Metrocable visitarán el Parque Biblioteca España, donde harán importantes donaciones. 1500 libritos de literatura infantil y 120.000 euros unos 345 millones de pesos mal contados para la construcción del Centro de Documentación de la Casa de la Memoria, que estará ubicada en el Parque Bicentenario. Chichipatos, miserables, cicateros, mezquinos, tacaños. Después del saqueo que hicieron sus tataratatara abuelos Isabel y Fernando, es lo mínimo que tienen que hacer, devolver el botín.


Pero no, en nuestra casa las cosas tienen que ser al contrario. Nuestra cultura lastimera, continúa alcahueteando la zángana monarquía española, que insiste en volver a conquistarnos.

Sobre Letizia Ortiz, hay que decir poco. Una monita retrechera a la que se le apareció la virgen, como dirían las tiradas en carretera de mi tierra. Dejó de vivir su propia vida, por incorporarse a una monarquía desgastada e inquisidora. Pero bueno así es el amor, dirá ella.

Sobre Borbón, tampoco hay que decir nada. Es un hombre ocioso que se mantiene de lo ajeno y no quiere trabajar. El príncipe es un cuarentón al que mandan a todo acto como perro de toda boda a leer los discursos que otros le escriben para reflejar las buenas intenciones de los reyes en las Américas. Borbón espera paciente la muerte de su padre para sostener la corona en su testa.

Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.