Alias “Lonso”, muy conocido de “Don Berna” y amigo de “Memín”, (tenemos la foto) cuestiona a la Jefatura del Ministerio Público Local, por haberse convertido en una agencia de noticias donde prevalece el protagonismo sobre las estadísticas de los hechos delictivos y violación de derechos humanos en Medellín.
¿Qué quiere entonces el “Patrullero”? ¿Qué la personería cogobierne con el ejecutivo para convertirse en cómplice de la incapacidad del gobierno local? La Personería de Medellín no puede ocultar lo que pasa en la ciudad y mucho menos el personero puede convertirse en el testaferro de los intereses politiqueros de un mandatario. Hasta allá los concubinatos y los negocios partidistas no pueden llegar.
Jairo Herrán como “Lonso” Salazar provienen de la misma cloaca política, pero los cargos que tienen en la representación legal de dos instituciones tan importantes como la Alcaldía y la Personería deben siempre conservar la distancia. “Lonso” que siga administrando los recursos de la ciudad, porque ya sabemos que no gobierna, y el personero que vigile y denuncie lo más que pueda, así no le alcance los recursos y el personal para hacer seguimiento.
El alcalde debe iniciar su trabajo para contrarrestar el poder delincuencial, y no seguir dando patadas de ahogado para que Medellín deje de ser la segunda ciudad más peligrosa del mundo.
El “patrullero” perdió definitivamente la brújula de su trabajo. Ahora se le ve canzado y desempeñando mal los roles que le competen como mandatario de una ciudad tan compleja como la nuestra.
Con una muy parecida fisonomía al dictador africano Idi Amín Dada, quien fue presidente de la República de Uganda en los años setenta, quien dicen, se comía a sus presos políticos, “Lonso” Salazar salió nuevamente a cazar. Así como pateó el trasero del reinsertado de las autodefensas John Faber Bravo Ibarra, asesinado en septiembre del año pasado, ahora se le sube la espuma con una vieja embarazada.
Representantes de las Instituciones Defensoras de los Derechos Humanos en la ciudad reaccionaron inmediatamente debido a la actitud del Alcalde enfrentado a una ciudadana de la Comuna Uno el 19 de enero de 2010 a las horas de la mañana.
Algunas ONG’s sostuvieron que es «inadmisible y lamentable que una persona como Salazar, exprese que delincuentes se quieren esconder en la bandera de los Derechos Humanos» y que de una manera ligera señale a las personas como delincuentes desconociendo su presunción de inocencia.
Dicen que al parecer “Lonso” Salazar aprendió el mismo discurso que maneja el Uribe III, y expresaron que ojalá no sea que quiera repetir las mismas violaciones que presuntamente se presentaron en la Operación Orión en la Comuna Trece.
Además, algunas líderes feministas, de esas que no hacen el amor acostadas para no sentirse sumisas, hicieron varios interrogantes, entre los que se encuentran: “¿Una mujer embarazada que protege a su hijo y denuncia atropellos de la fuerza pública será denunciada por asonada y terrorismo?, ¿Un alcalde enfrentado verbalmente a una mujer embarazada, señalándola de terrorista?, ¿Un Alcalde que “se le va encima” a una mujer, usando su poder y posición para acallar sus denuncias?, ¿Dónde está la pedagogía del gobernante para resolver un conflicto evidente?, ¿No era esta una oportunidad para enviar un mensaje de convivencia y no de impunidad y justificación del uso de la fuerza?, ¿El fin justifica los medios?, ¿Defender los DDHH es un populismo?…
Queda por preguntarse, ¿dónde quedan las campañas que a través de la propaganda oficial viene adelantando la alcaldía como: “Más convivencia y menos violencia”, “Medellín sin violencia es convivencia”, “A mi ciudad no vuelve la violencia” y “Medellín Segura, Juntos si podemos”?…