Fuente: eltiempo.com
Los datos de las capitales de Antioquia y Valle contrastan con la disminución de la cifra en el país en un 2 por ciento el año pasado. En total, se contabilizaron 15.817 asesinatos en el país.
La cifra representa 32 muertes por cada 100 mil habitantes, revela el corte de cuentas del año que terminó y que presentó la Policía. Según el general Orlando Páez Varón, director de Seguridad Ciudadana de la institución, la baja, aunque marginal, es positiva.
Sin embargo, el lunar (reconocido por la cúpula de la Policía) sigue siendo el incremento en dos de las más importantes ciudades. En Medellín se pasó de 871 homicidios en el 2008 a 1.432 el año pasado, lo que significa un aumento del 64 por ciento.
Y en Cali el incremento fue del 17 por ciento en muertes violentas; es decir, hubo 231 asesinatos más, pasando de 1.384 a 1.615. Tan solo los tres primeros días del 2010, Cali tuvo un registro de 16 muertes violentas con armas de fuego.
En general el Valle del Cauca ha tenido una tendencia negativa en los últimos dos años.
En saldo en rojo terminaron también otras cuatro zonas del país, según los estudios de criminología de la Policía: Arauca, 244 homicidios para una tasa de 82 muertes por cada 100 mil habitantes; Guaviare, con 116 muertes (tasa de 82); Valle con 2.997 asesinatos (52 por 100 mil) y Caquetá con 265 homicidios para una tasa de 54.
En saldo en rojo terminaron también otras cuatro zonas del país, según los estudios de criminología de la Policía: Arauca, 244 homicidios para una tasa de 82 muertes por cada 100 mil habitantes; Guaviare, con 116 muertes (tasa de 82); Valle con 2.997 asesinatos (52 por 100 mil) y Caquetá con 265 homicidios para una tasa de 54.
En esencia, el narcotráfico y situaciones conexas como los ajustes de cuentas; el control de las áreas de cultivo y los corredores para sacar la droga; y el pulso por el manejo de las llamadas ‘ollas’ o ‘plazas’ en las ciudades son, entre otras, las causas de los homicidios, según la Policía.
Ocho de cada diez casos de homicidios se cometieron con armas de fuego. De los 15.817 asesinatos, sólo el 16 por ciento de estos (2.467) fueron provocados con arma blanca.
Así mismo, el sicariato, que se hizo más visible en las ciudades por asuntos de narcotráfico, representó 6.999 muertes. Otros 768 homicidios ocurrieron en atracos, 213 por ataques de grupos armados ilegales, y 139 los ocasionaron las bandas emergentes.
Y la porción de víctimas más afectada por edad fue la comprendida entre los 18 y 32 años. Aunque el informe de la Policía no menciona a Bogotá, en el 2009 se presentaron 162 homicidios más (en total 1.628) que en el 2008, según Medicina Legal.
Las capitales menos afectadas por esta problemática fueron Puerto Carreño, con una víctima; Mitú, 2; Puerto Inírida, 3, San Andrés 9; y Tunja con 12 homicidios.