viernes, abril 19, 2024

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EL PESO DE LA PAZ

“Medellín, obra con amor” y “A mi barrio no vuelve la violencia”, son dos de los incumplibles postulados que reza como letanías el gobierno del Alcalde “Lonso” Salazar. Su incapacidad de liderazgo, su incoherencia entre lo que se dice y lo que hace se está reflejando en diferentes sectores de Medellín.

La total atención del gobierno local y la fuerza pública en las bandas delincuenciales organizadas, permitieron que los delincuentes comunes retornaran a las calles.

Una profesora de colegio, resultó lastimada en el lado izquierdo del hombro, brazo, cadera y pierna, debido a la calidad del bolso de cuero que compró con la prima de diciembre. Tan fina era su jíquera que cuando los dos “pillos” que se movilizaban en una moto se la iban a quitar en el barrio Boston, pleno centro de Medellín, la arrastraron casi una cuadra. A urgencias fue a parar la profe, sin el bolso y con el registro de la noticia en su cuerpo.

Aunque la Alcaldía de Medellín, a través de la Secretaria de Desarrollo Social que preside la nueva cara del humor paisa, el súper comediante y patrocinador de la genialidad de Suso, “El Paspi”, Jorge Humberto Melguizo Posada; argumenta que la seguridad en el centro se ha incrementado, dicha afirmación se cae por su propio peso, es “parcialmente” mentirosa.

En una entidad bancaria, en inmediaciones de las Avenidas Oriental con La Playa, otros dos “pillos”, hicieron fila más de hora y media para detectar a su víctima, una jovencita que logró pagar más de seis cuentas de servicios públicos empresariales. Gracias a la malicia de los clientes detectaron los ratones, que posteriormente lograron escapar.

En el interior de otro banco, el ladrón logró su objetivo. El “pillo” le dijo al oído de su víctima que estaba a su lado haciendo fila: “qué problema, deje la plata y sólo traje el revólver… preste para acá y coma callada que mi cómplice está dentro”… lo único que paso fue el robo, de resto nada.

Generalmente tríos compuestos por dos hombres y una mujer es el modo en que están operando en el centro de la ciudad. Roban carteras y bolsos. Además, el “gallo” de moda, son las cabelleras largas y frondosas de las féminas, que luego son vendidas en el mercado negro para la elaboración de pelucas y extensiones, las cuales son vendidas y utilizadas en los salones de bellezas y peluquerías. Casos de estos, innumerables…

El robo de automotores, está apareciendo nuevamente en barrios que han sido azotados permanentemente por la delincuencia. Al Concejal de Medellín Nicolás Albeiro Echeverri Alvarán le robaron el carro asignado por la corporación. La nueva modalidad es que los jaladores, parquean cuadras más adelante el vehículo, con el fin de evitar la persecución de las autoridades, para posteriormente regresar por el automotor.

Lo cierto, es que el Patrullero “Lonso” Salazar, el Secretario de Gobierno, Felipe Palau y el Subsecretario de Cosillas Civiles, Jorge Ceballos perdieron la brújula y no han podido recuperarla.

Mientras el Jefe de la Policía y sus Sargentos meten más de cincuenta policías para sacar una viejita de su casa que pronto será demolida para no frenar el desarrollo de la ciudad y construir el Parque Bicentenario, en el centro y otros sectores, la delincuencia común: “obra con amor”…

A “Lonso” Salazar le quedó grande el peso de la paz. Fue incapaz de generar confianza entre sus subalternos y entre la comunidad. Fue incapaz de proponer una estrategia para posibilitar la participación entre los actores que intervienen de manera activa en la ciudad. En vez de multiplicar, dividió, porque “Lonso”, administra, pero no gobierna.

Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.