El Candidato Sergio Fajardo a la Gobernación de Antioquia hizo salir más de una sonrisa con la siguiente frase: «No me da vergüenza sentarme en esta mesa y compartir con Aníbal Gaviria (…)”. Vergüenza, es lo que sienten los electores que todavía no han recibido las respectivas explicaciones sobre el negocio de Orbitel que Fajardo no ha querido ofrecer.
Tan descurtido es el discurso del candidato verde, que continúa repitiendo como un loro, el mismo discurso desgastado de hace 8 años. En el foro sobre temas de Educación que organizó la Universidad Eafit, al cual sólo acudió Fajardo, sostuvo: «Todos roban menos nosotros, todos buscan el poder para cargos públicos y el clientelismo, menos nosotros».
Nefasto es para una democracia tan deforme como la nuestra, que un político como este, pretenda ocultar sus propios cuestionamientos y los de su fórmula a la Alcaldía del continuista Aníbal Gaviria sobre sus presuntos negocios que realizó con alias “El Cebollero” en la Fábrica de Licores de Antioquia, para evitar nombrar otros…
Hace un par de días, el Juzgado Veinte Administrativo del Circuito Municipal, le solicitó al Concejo de Medellín, la totalidad del expediente de la Comisión Accidental que estudió la compra de Orbitel, durante la Alcaldía del “ultra-honesto” Sergio Fajardo.
Los cuestionamientos, que pusieron a las autoridades fiscales a respirarle a Fajardo en la nuca, tiene que ver con el embolate de los 52 millones de dólares de sobrecosto en la compra de Orbitel, que pagó el gobierno municipal, contradiciendo los avalúos en aquella época, de varias empresas, entre ellas, la Contraloría General de Medellín.
Además, el Programa de Lucha Contra la Corrupción de la Presidencia, que estudió el supuesto “chanchullo”, envió el caso a la Fiscalía General de la Nación, por encontrar suficientes méritos, para que el ente investigador inicie el proceso respectivo. Se espera, también, que la Contraloría General de la República se refiera al caso lo antes posible, sobre el evidente detrimento patrimonial.
Muchos de los que van a salir a votar el 30 de octubre por el Candidato Aníbal Gaviria ya están desconfiando ante esa postura de “seminarista jericoano” que evita mirarle el trasero a una feligrés por miedo a la furia de Dios.
Esa «figurita» de yo no fui, con la mano más grande e hinchada que el mismo candidato, que expone en su publicidad política, es la demostración visual de lo que es capaz de hacer un “bebesaurio”, como describen en México a los muchachos con apariencia fresca y buen semblante, que quieren seguir participando en el escenario público y político, pero con las mismas mañas y vicios de los políticos vetustos, que utilizan su influencia entre las entidades públicas para su propio beneficio.
Los intereses personales, como lo denuncia el periodista Juan Diego Restrepo, tienen hoy en aprietos al candidato Aníbal Gaviria, por una presunta inhabilidad al poseer en la actualidad varios contratos para la explotación minera en el suroeste de Antioquia e inmediaciones del departamento del Chocó.
De acuerdo con la denuncia, varios abogados se encuentran estudiando el tema y entregaron a la Procuraduría General de la Nación, el análisis en el que explican los motivos por los cuales Gaviria Correa estaría incumpliendo las normas electorales por sus negocios de explotación minera.
Argumentan que Aníbal, incurre en causales de inhabilidad contempladas en la Ley 617 del 2000, y que además, de ser elegido Alcalde podría tener injerencia, para su beneficio personal, como todo político tradicional, en la sede regional de Ingeominas de Medellín, entidad que le otorgó los contratos de explotación minera. Ver denuncia.
Al menor de los hermanos Guerra Hoyos, Andrés Felipe, lo hicieron de manera distinta, y eso lo ratificó durante el lanzamiento de su campaña a la Asamblea de Antioquia por el Partido de la U. Tiene un discurso diferente, más ecológico, humanista, holístico y bastante “light”, entendible por cualquier ciudadano promedio integrante de cualquiera de los seis estratos socioeconómicos de la ciudad y el departamento.
Una excelente participación tuvo el lanzamiento de su campaña en las instalaciones del Club Unión en el Centro Comercial San Fernando Plaza, donde estuvieron presentes la fórmula por el Partido de la U a la Alcaldía y a la Gobernación, Fico-Estrada, y más de un centenar de invitados que a ritmo de papayera y saltimbanquis vieron en “Guerrita” la posibilidad de ganar una curul en la Duma.
Le tumbaron la vallita que tenía instalada en candidato al Concejo de Medellín por la ASI, Luis Bernardo Vélez Montoya en la Avenida 33 con la Avenida Regional. (Calle 33 con carrera 63).
La mano negra de la competencia, porque de eso estamos seguros; quieren torpedearle el caminado al candidato, pues será la única curul que se mantendrá en el Cabildo Municipal por esta colectividad. Hay que pararla y más grande…
Quedamos extrañados con el “ataque de dignidad” que le dio al Candidato Aníbal Gaviria, durante el foro que hiciera TeleMedellín, donde su homólogo del cuestionado partido político, PIN, anunció su adhesión a la campaña política liberal.
En el evento, Gaviria, dijo que no, no y no, y exigió que para aceptar su apoyo, debería renunciar al Partido de Integración Nacional, PIN, porque, presumimos, quiere evitar más cuestionamientos por sus supuestas simpatías con el paramilitarismo en Antioquia.
Sin embargo, muchos no aceptan que Aníbal, se haya vuelto escrupuloso después de viejo. Si en la anterior campaña recibió el apoyo de “El Cebollero”, “El Alemán, el Comandante del Bloque Cacique Pipintá, «Pedro Bonito» y “Ernesto Báez”; como ellos mismos lo aseguran, ¿qué más da, otro más?
Llamó la atención el anuncio que hiciera hace un par de días, el Jefe Liberal de Envigado, Héctor Londoño, a quien le saldrá el tiro por la culata al adherir al “verdoso” de Fajardo.
Inmediatamente, varios importantes líderes de Envigado como el Diputado Rodrigo Mesa, salieron al pasó y anunciaron el acompañamiento al Candidato Conservador, Álvaro Vásquez.
Por su parte, multitudinario fue el evento que lideró Vásquez en el corregimiento de Bolombolo, municipio de Venecia, suroeste antioqueño. Lideres y candidatos de todos los municipios de esa región, estuvieron presentes en el acto.
El Concejal Bernardo Alejandro Guerra denunció a través de la grabación de una joven, la manera corrupta y sospechosa en la cual está funcionando el Programa Fuerza Joven de la Alcaldía de Medellín, que agrupa los reinsertados de los “paras” en la ciudad.
Pagos a personas que están en la cárcel, presiones a beneficiarios del programa para que pasen el 50% del efectivo que les paga el Municipio para financiar grupos al margen de la ley, negocios de expendio de drogas y las extorsiones que realizan al sector transportador, son entre otros, los hechos denunciados por la joven.
Igualmente, en la misma grabación se habla de los nexos del ex Subsecretario de Espacio Público y actual Inspector de Policía de la Comuna 6, César Arango, con las bandas criminales “La Agonía” y “Los Come Yuca”, de la Comuna 13, zona centro occidental de Medellín.
El Veedor del Partido Conservador en Medellín, Héctor Manuel Montoya Gómez, acusó ante el Veedor Nacional y ante el Tribunal de Ética a los Concejales Nicolás Albeiro Echeverri y Álvaro Múnera “El Pilarico”, entre otros políticos, por desconocer la decisión del Congreso, máxima instancia del partido, que apoyará la candidatura a la Alcaldía de Luis Pérez.
Aunque ambos cabildantes, solicitaron permiso ante la Dirección Nacional, dicho estamento, no es el competente para dictar tal autorización. Montoya Gómez, denunció además, al Secretario General Conservador Jorge Humberto Mantilla por haber otorgado los permisos, violando los estatutos de la colectividad.
La inconformidad de la mayoría de los integrantes del conservatismo en Medellín, radica en el apoyo que Echeverri y Múnera, decidieron otorgar al candidato Aníbal Gaviria, desconociendo la decisión de su partido, aspecto que generó que hoy se solicite la pérdida de investidura a directoristas y revocatoria del aval a quienes son candidatos.
Por: Adolfo León Ospina Mejía
Posiblemente Medellín sea la ciudad de Colombia con mejores condiciones de movilidad, entre otros factores quizá el principal sea el desarrollo del Sistema Masivo de Transporte encabezado por el tren metropolitano y continuado con el inacabable y anti ecológico Metroplus.
Se piensa entonces que en un ciudad en la que el sistema público de transporte está organizado, la movilidad está garantizada en mayor o menor medida, sin embargo lo sucedido la semana inmediatamente anterior en Medellín deja sin argumentos esta tesis. No es comprensible cómo el cierre de una vía: la regional en un trayecto que no excedía los dos kilómetros, colapsara el tráfico de Medellín. Ni en las horas pico, ni en las horas valle era posible circular, tanto vías principales como secundarias estaban congestionadas, el tiempo de desplazamiento aumentó como si nuestra ciudad hubiera crecido de tamaño, eterno es el adjetivo que más puede describir el tiempo requerido para desplazarnos, qué cosa tan barraca.
La pregunta entonces surge, inversiones enormes se han hecho en infraestructura vial: semáforos cada cuadra, incluso debajo de los puentes peatonales han puesto semáforos peatonales, las cámaras que nos “pillan” cuando excedemos los 60k/h y facilitan la caza de infractores tampoco han ayudado al mejoramiento de la movilidad, los escuadrones de tráficos no dan abasto, pero lo peor de todo radica en la incapacidad administrativa de generar alternativas temporales para evitar el caos que se generó.
Definitivamente de nada sirven los millones de pesos que se han recaudado por las discutidas fotomultas, o las altas inversiones hechas para el mantenimiento de las vías, si a la hora de generar una alternativa para evitar el caos de la movilidad, la creatividad (diría incapacidad) de los administradores brilla por su ausencia.
Como una “figura verdaderamente original de la literatura en castellano” definió el jurado al escritor antioqueño, Fernando Vallejo, en el momento del anuncio del Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara, FIL en Lenguas Romances 2011.
Mi Sensei, mi oráculo, mi maestro a distancia, recibirá 150 mil dólares, el 26 de noviembre en la XXV edición de la FIL de Guadalajara, una de las ferias más importante de Latinoamérica.
Según se cita en el Acta del Jurado calificador “su escritura gira en torno a un único tema, Colombia, pero en realidad es una excursión abigarrada y comprometida por los conflictos del ser humano, desde la denuncia al desencanto, pasando por una difícil ternura que a veces es entendida también como agresión o disconformidad”.
Durante el lanzamiento de la Campaña de Andrés Guerra, logré posarme, silencioso, inadvertido, sin hacerle mal a nadie, en un confortable sillón en el hall del Club Unión. De repente, veo venir hacia mí, con un «andar» confuso tremenda «Platera», la compañera del amigo de Juan Ramón Jiménez. Me asuste muchísimo, con su mirada penetrante, se acerca y dice: “¡Ahí estás pensando en cómo seguir despellejando la humanidad!”. No dije ni “mu”, bien decía mi progenitor en su criadero de equinos: «vea mijo, a estos ejemplares cuando «joden» mucho, mérmeles comida y móntelas más»…
Sin embargo, me puse a pensar en la actitud de ese “espantapájaros”, que me ha “provocado” en dos veces. Y digo “provocado”, porque de acuerdo al análisis y legitimidad que nos otorga a los hombres, la senadora Liliana, “La Mona” Rendón, eso es lo hizo ese “monigote”: provocarme.
No he podido entrevistarme con “Bolillo” Gómez; ya no se qué hacer con las agresiones de semejante “mentecato”. El hombre está perdido dando cátedra porque su “ranking”, se encuentra fuera de este mundo y para acceder a una asesoría suya, tiene que ser por mensaje de texto: “¿Te maltrata una mujer? envía “Bolillo” al 8844 y recibirás consejos sabios sobre el manejo de la situación”. Necesito ayuda, porque sería incapaz de agredir a una dama, por escuálida y macilenta que sea… eso sí, ante todo un caballero.
Después de sudar frio en mi silenciosa reflexión, sobre esta colega oriunda del norte, porque su voz, el color del cuero y su cabello la delatan, llegué a varias conclusiones. Una, lo más seguro es que me agreda por tercera vez; dos, no haré absolutamente nada; y tres, acabo de comprobar que la vieja no me quiere…