viernes, abril 19, 2024

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TIRO AL BLANCO N° 177

Detrás de los disturbios que se vienen presentando en el Centro de Medellín, entre los venteros ambulantes y la fuerza pública, debido a las restricciones de la Alcaldía, se encuentran intereses como el microtráfico, el incremento de homicidios, la explotación sexual y laboral infantil, la extorsión, el raponazo, el contrabando, el tráfico de armas, y el comercio de licor y medicamentos adulterados, por nombrar algunos de los “buenos negocios” que se mueven en el bajo mundo. Ese es un problema que el gobierno local no ha querido solucionar desde hace décadas. 
Detrás de los disturbios que se vienen presentando en el Centro de Medellín, entre los venteros ambulantes y la fuerza pública, debido a las restricciones de la Alcaldía, se encuentran mujeres cabezas de familia desempleadas, obligadas a conseguir su sustento diario. 
Para conocer la otra realidad de Medellín, sólo basta transitar el exótico y dantesco circo que se vive en la calle Boyacá entre Junín y Palacé, al costado izquierdo de la Iglesia de la Candelaria, donde mujeres, hombres, ancianos habitantes de calle mendigan entre el demandante comercio de las inigualables películas porno. Yo compro allá, a una viejita, una deshilachada abuelita que tiene que salir a trabajar para garantizar el sustento de dos nietos huérfanos por causa de la violencia urbana. No creo que esa viejita, pero bien viejita de unos 70 años parada en las ganas de vivir, sea integrante de una bacrim, jefe de una banda de extorsionistas, o una proxeneta de una camada de putas baratas. 
Esa situación la padecen muchos en esta ciudad, tienen que trabajar como vos por un promedio de 15 mil pesos diarios para garantizar su sobrevivencia. A ellos quién los defiende… 
Para la Alcaldía de Medellín, las ventas ambulantes han sido uno de los mayores problemas de los últimos 15 años. Durante el gobierno conservador del Alcalde Juan Gómez Martínez (1998 – 2000) para impedir la invasión del espacio público se inició la tarea de censar, segmentar, determinar y reubicar a cada uno de los venteros callejeros del centro de la ciudad. 
Esos venteros, tienen en la actualidad sus puestos de trabajo en el cuestionado proyecto impuesto por esa alcaldía, -los Bazares Populares de Comercio-, estrategia que presentó desde su planeación, problemas en la viabilidad a la hora de garantizar las mismas o mayores ventas para nuevos comerciantes. 
Pasar una miradita por el -Bazar de los Puentes-, es suficiente para evidenciar la calidad, el confort y las condiciones en las que trabajan los supuestos empresarios, 15 años antes venteros ambulantes.  

Con el balde le dieron en la emisión del martes 2 de octubre de -La Luciérnaga- al Alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa, programa radial en el que lo responsabilizaron por los disturbios que se vienen presentando en el Centro de la Ciudad por el desalojo de los venteros ambulantes, invasores del espacio público. 

En la crítica, le recomendaron al mandatario empezar a gobernar lo más pronto posible y cumplir con sus funciones de mandatario, en vez de estar ubicando cuotas burocráticas. 
Lo interesante del jalón de orejas, es que lo hizo el hijo de Juan Felipe Gaviria, exgerente de Empresas Públicas de Medellín, durante el gobierno municipal de Fajardo. El abogado Pascual Gaviria, acérrimo enemigo de Luis Pérez y enamorado de “Optimus Prime”, dejó entrever que las relaciones de la Alianza AMA, no son tan sólidas como se cree. 

Desde que el Concejo de Medellín determinó asignar a cada cabildante un vehículo repleto de gasolina pagado por la misma corporación con recursos del Estado, se han presentado suspicacias que aunque no rayan con el cumplimiento de las normas, sí sobrepasan los límites de la ética personal y política. 

Que recójame la niña en el colegio, que vaya por mi amiguita o la novia, que recoja el mercado, que lleve a mi mujer, que vaya a la finca, son algunas de las actividades extralaborales, que no tienen nada que ver con las tareas de una concejalía en las que se incurren frecuentemente, pero la norma lo permite. 
Sin embargo, algún malestar deberá tener la Secretaría General del Concejo de Medellín porque al parecer, algunos concejales están prestando sus vehículos asignados a familiares y amigos. Esos automotores, sólo pueden ser manejados por el conductor asignado por la Dirección de Servicios Generales de la Corporación o por el Concejal quien recibe el servicio. 

Sigue siendo un misterio lo que sucedió con la camioneta blindada Toyota Fortuner de color blanco asignada al vicepresidente del Concejo de Medellín por el Partido Verde, Yefferson Miranda que resultó averiada hace un par de días, al parecer por su mal utilización. 

Aunque sobre el tema existe mutismo total, de la manera más desapercibida, diáfana e impoluta, nos dedicamos a parar la oreja sobre lo sucedido, debido a que existen varias versiones. 
Una de ellas, argumenta que el conductor asignado al Concejal Verde de la ciudad, se estrelló contra un separador dejando como resultado dos llantas reventadas, otros dicen que fueron las cuatro. Otros chismosos, dicen que el joven concejal está rumbeando mucho, actividad en la que utiliza el mismo automotor adscrito y repleto de combustible pagado por la corporación. 
La otra versión, indica que el cabildante Yefferson Miranda estaba de fiesta con su amigo Alonso Salazar, y lastimosamente entre copas, chicas y muchachos averiaron el automotor. 

Por primera vez en nueve meses de trabajo del nuevo Concejo de Medellín, logró llamar la atención el cabildante por el movimiento Firmes, Roberto Cardona con la denuncia que hizo en plenaria, durante el debate que se realizara a las Foto Multas, impuestas por la Secretaría de Movilidad. 

De acuerdo con la denuncia, la Secretaría de Movilidad, sancionó con una fotomulta hace un par de días a un conductor que llevaba de muerto como cinco meses. Cardona, sostuvo también que la dependencia, está omitiendo datos básicos como el número de la licencia de conducción, la dirección y teléfono del infractor. 

La semana anterior en el titulo: –Presuntos Detrimentos-, contamos que la Contraloría General de la República estrenó las audiencias públicas a través del sistema de oralidad en Medellín con el presunto detrimento patrimonial que cometió el exdirector de Corantioquia Francisco Zapata en un contrato por 66 millones de pesos. 

Sobre la incómoda nota, el mismo Francisco “Pacho” Zapata, envió más información: “(…) En aras de la realidad, sobre “el presunto detrimento patrimonial”, no se indaga solamente a FRANCISCO ZAPATA, como da a entender la nota periodística. Se indaga además a otro Exdirector y cerca de seis o siete exfuncionarios más. La Contraloría está en su etapa preliminar para verificar si hubo tal detrimento por problemas presentados en una plantación forestal, al parecer por falta de mantenimiento, lo que no estaba a mi cargo, circunstancia que un tribunal de arbitramento consideró como responsabilidad de Corantioquia, por lo que hubo de pagar la suma que usted relaciona”. 

“Bien dice usted que estuve representado por “apoderados”. Aclaro, ”por Apoderado“, ya que me encontraba fuera de la ciudad tal y como se lo expresé con antelación a la Contraloría. Extraño por eso que publique una foto que confunde al lector, ya que hace suponer con micrófono en mano que estuve en dicha audiencia, cuando se trata de una foto de archivo. Gracias por escucharme así sea por este medio y estoy presto a ampliar mi versión si lo estima pertinente. Saludos, FRANCISCO ZAPATA OSPINA. C. C. 15.523.683”. 
Sobre la fotografía que supuestamente confunde al lector no hay que ahondar mucho. Existe poco registro de su mercé, pero me las ingeniaré para no perturbar.  
     
El Concejo de Medellín comenzó su tercer período de sesiones ordinarias con mobiliario nuevo, que cambió por el que prestó servicios por 25 años. El Alcalde Aníbal Gaviria, la Secretaria de Servicios Administrativos, el Secretario de Hacienda, y la Mesa Directiva de la Corporación conformada por su Presidente, Bernardo Alejandro Guerra Hoyos, y sus Vicepresidentes Primero, Yefferson Miranda Bustamante, y Segundo, Carlos Alberto Bayer Cano, realizaron la entrega de las mejoras.

Y DÓNDE ESTÁ EL POLICÍA (parte n) 

Por: Adolfo León Ospina Mejía 

“Cuando uno los necesita nunca aparecen” es una de las expresiones más frecuentes cuando sucede algo en lo que sea necesaria la presencia de la policía. Tanto aviso publicitario, tanta inversión en cambiar la imagen de los agentes y de la institución misma, tanto invertirse en las buenas relaciones que deben existir entre comunidad y “el agente amigo”, y todavía a la hora de ser necesaria la presencia de la autoridad, ésta brilla por su ausencia.

Lo sucedido en Medellín el 1 y 2 de octubre deja muy mal parada a la administración de la ciudad y a la policía. Me tocó, y discúlpenme que hable en primera persona, la asonada que destruyó las oficinas de espacio público en pleno centro de Medellín y puedo decir sin temor a equivocarme que los protestantes estuvieron a razón de 45 minutos haciendo de las suyas en dichas oficinas, sillas, computadores vidrios y televisores fueron destruidos por los marchantes que no encontraron ninguna resistencia diferente a la de un portero que no tuvo la posibilidad de hacer nada. ¿Y la policía? Si unos descamisados armados de palos y piedras jaquearon el centro de Medellín, sin ningún tipo de resistencia de la fuerza pública, ¿qué podremos decir de lo que sucede en la comuna 8 donde los “descamisados” tienen armas de fuego de corto y largo alcance?

El nivel de ingobernabilidad en que ha caído Medellín no es político, esta excusa no le servirá al alcalde Gaviria porque el concejo siendo fiel a su línea, está a merced de la administración de la ciudad, pero sí es de orden público, de incapacidad de gobernar, el asunto no es de darse vueltecita por el centro rodeado de un ramillete (no por lo bonitos) de escoltas, el asunto es de velar por el orden público, de generar seguridad, de hacer sentir seguros a los habitantes de la “urbe”, el asunto es de darle opción a los pobladores de Medellín de conseguirse el pan, de pagar la pieza y no de tener una ciudad muy linda, en manos de la delincuencia y sin ningún nivel de respuesta de la fuerza pública.

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.