viernes, marzo 29, 2024

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UNIÓN TEMPORAL

Los integrantes de los directorios políticos se preparan en esta época decembrina para visitar cada una de las comunas con el fin de repartir natilla y buñuelos, además de unos cuantos regalos para hacer política en aras a las elecciones territoriales del año entrante.

Los políticos y potenciales candidatos también están pensando en la estrategia, unos para intentar llegar a la Alcaldía, otros para también intentar sostener sus curules en el Concejo.

Para el gobierno del saliente Alcalde Federico Gutiérrez es un misterio sobre lo que va a pasar con los integrantes de la bancada del Movimiento Creemos que posee dos curules en el Cabildo Municipal.

Los concejales Daniela Maturana y Daniel Carvalho trabajaron juntos con Fico desde la campaña del 2015. En la actualidad esa bonita relación es otra políticamente hablando.

La relación entre el gobierno y la bancada de Creemos fue desde el inicio una perfecta “unión temporal”, un consorcio que arrojó buenos resultados, pero del que hoy no queda sino el buen trato.

El rompimiento de esa “unión temporal” se verá en la próxima campaña territorial porque al gobierno de Gutiérrez no le interesa ninguna clase de relación ni con Maturana ni con Carvalho por muchas razones entre las que se cuentan los resultados en la gestión desde el Concejo de Medellín que pasó de común y corriente a modesta, cuando las expectativas por de la Administración eran totalmente contrarias.

Ahora, desde lo político, es peor el balance. El gobierno del mejor Alcalde del país, según las encuestas, dio por perdido ese examen con Daniela y Daniel. En el piso 12 del edificio del Municipio, no vieron con buenos ojos que ambos concejales se hayan apartado del estilo de gobierno del actual mandatario para filarse con “El Tibio” que sobre un mismo tema unas veces dice sí y otras que no…

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.