Con ocho votos en contra y seis a favor, la Comisión Primera del Senado archivó el referendo que proponía que los impuestos de renta y patrimonio se quedaran en los departamentos, una iniciativa del gobernador Andrés Julián Rendón. Este revés legislativo representa una derrota directa a su estrategia de fortalecer la autonomía regional y consolidar su liderazgo político en el panorama nacional.
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Tras semanas de aplazamientos, la Comisión Primera del Senado sometió a votación el proyecto promovido por el senador Carlos Fernando Motoa, y, que, contaba con el impulso visible del mandatario seccional de Antioquia.
El resultado ocho votos en contra frente a seis a favor, lo que selló el hundimiento del referendo en su primer debate.
Este retroceso no sólo frustra una reforma constitucional ambiciosa sino que empaña uno de los mayores símbolos del mandato como gobernador Rendón Cardona.
El núcleo del proyecto consistía en modificar el Artículo 298 de la Constitución para que los impuestos sobre la renta y el patrimonio recaudados en los departamentos permanecieran allí, dejando de depender exclusivamente del Sistema General de Participaciones centralizado.
Según sus promotores, con esta medida se duplicarían los recursos disponibles para los territorios, lo que permitiría una gestión más efectiva de proyectos locales, especialmente en seguridad, infraestructura y desarrollo social.
Además de la votación adversa, algunos senadores se distanciaron en momentos clave, María Fernanda Cabal y Paloma Valencia de Centro Democrático del mismo partido del mandatario, Temístocles Ortega de Cambio Radical y Germán Blanco un godo antioqueño conservador se apartaron durante la votación del informe de ponencia.
El referendo había sido aplazado en siete oportunidades en que la Comisión Primera no logró debatirlo por falta de quórum, un escenario que encendió críticas hacia sectores cercanos al gobierno nacional.
A pesar de haber presentado más de 3 millones de firmas, 2.18 millones validadas, superando el umbral exigido, el proyecto finalmente naufragó en el Congreso.
Este fracaso legislativo supone un duro golpe para Andrés Julián Rendón. La derrota compromete su narrativa de liderazgo regional y plantea dudas sobre su capacidad de impulsar reformas estructurales en el Congreso.
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