Cuestionamientos son los que sobran y los que se hacen la mayoría de los papás separados especialmente durante la temporada y celebración de su día clásico, que por cultura no es tan sonado y publicitado como la celebración del día de la Madre, pero este no es el caso.
En nuestra Matria, no Patria, porque estamos gobernados por las mujeres; algunos derechos de familia son permisivos con la falta de equidad a la hora de regular la participación paterna con sus hijos respecto a los beneficios que por defecto adquiere la madre.
En nuestra cultura cuando un hombre se separa hay que asumir el título de HP y de irresponsable. Todo aquel te señala, te censura y te pone como el peor ejemplo a seguir. A los padres especialmente cuando existen hijos, les miden el grado de responsabilidad de acuerdo con la frecuencia con la que se meten la mano al bolsillo. Pagar las cuentas de manera oportuna es sinónimo de responsabilidad y de cumplir con el deber por encima de cualquier cosa. No existe ninguna otra razón que justifique dejar esta responsabilidad. El padre, paga las cuentas, la madre amamanta.
Sin embargo, el vanguardismo y el mundo contemporáneo han aportado lo suyo. Las madres profesionales hacen uso de su mejor estrategia. Está bien que las mujeres ahora participan de manera activa en la vida económica de las familias, pero se las ingenian para ir y venir entre un feminismo reforzado y un oportunismo machista para sacar la mejor tajada y jugar su mejor partido a la hora de afrontar un conflicto matrimonial.
Después de que el padre asume el papel de HP y de irresponsable, hay que tener en cuenta que el viacrucis con o sin razón apenas comienza. Desde lo económico, por lo menos para los papás que hicieron el intento, (que son muchos), la separación es padecer una completa quiebra empresarial. Te quedas sin trabajo, sin familia, sin tus hijos, sin el nido y la gente te mira y critica por HP e irresponsable. La Ex, que sigue siendo siempre la Ex, creyéndose la propia, necesita quien pague las cuentas, es lo único que importa. La gente te mira y te critica por HP e irresponsable.
LAS FAMILIAS
Entre las dos familias afines el objetivo ha cambiado y lo único que las relaciona son los apellidos del nieto. En el interior de ambos bandos, con puntos totalmente opuestos, la guerra escabrosa se plantea en el terreno del silencio, lo sutil y lo disimulado. Ésta es la única guerra en la que sabemos de ante mano cual es el perdedor: El papá. A partir de este momento lo llamaremos El Desterrado.
Aunque no se puede generalizar, cuando la madre y el padre toman la decisión de separarse, independiente del motivo, es común que el Desterrado agarre sus cosas: su ropa, su música y un par de libros, las monte al carro y se vaya a vivir en él, o para un hotel, un cuarto alquilado y si está de buenas para el cuarto de soltero donde su madrecita. Para la muestra un botón. A nadie le cabe en la cabeza, que el Desterrado se convierta en la Dejada y eche a la calle a sus hijos con su madre aunque hay excepciones.
Lo inequitativo entre el desterrado y la dejada, es que después de la tempestad, queda rodeada de su familia, de los amigos comunes y el apoyo silencioso de la familia del marido.
El desterrado por su parte, el HP e irresponsable aquel, queda solo y con un par de amigos que son constantemente censurados y criticados, debido a que ellos tienen que cargar un porcentaje de la culpa y de las causas del fracaso matrimonial. En las quiebras empresariales, los fracasos matrimoniales y los problemas de adicción a las drogas, los amigos son los culpables. Las EX son unas santas, ellas siempre son las víctimas y nunca comenten errores.
El nuevo soltero tiene otra evaluación. Esos amigos se convierten en el único escape; uno, para no sentirse tan HP e irresponsable; dos, son excelente compañía para disfrutar un café sin ninguna clase de señalamientos.
LA SUEGRA
Aunque para descifrar este actor necesitaremos unos 100 artículos más, basta preludiar que para referirse a este confuso personaje es necesario ser meticuloso y muy calculador para escribir palabra por palabra y no pecar por omisión como los políticos.
Por lo general, especialmente la suegra de los esposos, la mamá de la esposa; es aquella que a través de unas muy malas hechas relaciones públicas se lleva a todos por delante, con el fin de cumplir con sus intereses y sin importar el procedimiento.
La Suegra, aquella politiquerita barata de tres pesos, porta dos libritos de Maquiavelo y Fouché metidos entre el brasier, para parodiar la frase “EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS”. Las suegras, las mamás de las esposas pecan por exceso y el exceso empalaga.
LOS SUPERPAPÁS
La protesta de varios superpapás en Bogotá, quienes exigen tener la posibilidad de compartir más tiempo para participar en la educación de sus hijos, tiene mucho sentido.
Una vez firmados los papeles legales de separación, el divorcio, la liquidación de la sociedad conyugal y la minuta para la regulación de visitas y cuota alimentaria para los hijos; si se quedó en buenos términos no habrá tantos inconvenientes, pero si hubo trifulca y pegada en la jeta, difícil será la nueva relación con la EX debido a que utilizará todas las herramientas necesarias para que todo sea más complejo en vez de utilizar la cortesía y la decencia.
Partiendo de la experiencia de muchos, en la cual la EX (La Dejada) está convencida que lo más justo y equitativo es quedarse con todo, con el carro, el apartamento y el resto de los bienes, además del 80% del salario mensual del desterrado; lo recomendable es que a través de un buen asesor, intermediario o conciliador se haga cumplir la ley: 50% y 50%. Sin embargo, el desterrado siempre queda engrampado.
LA INEQUIDAD
Después del trasiego, hay que asumir la ley. Los derechos de familia y algunos otros del niño, son completamente inequitativos con los padres desterrados. En el caso de los papás separados con hijos menores de 7 años, por defecto se quedan con la madre, desconociendo la capacidad de los hombres para asumir el rol de padre y madre, como lo han hecho las féminas por muchos años.
Los hombres, los machos, los masculinos también son capaces de amamantar, hacer teteros, cambiar pañales cagados y untar crema antipañalitis. Los hombres también tienen corazoncito, dan afecto, protegen, apapachan y dan calorcito.
Los machos, los desterrados, los HP e irresponsables también asumen el padre-solterísimo con compromiso. Los sementales aman, pero sobre todo, también pagan las cuentas.