La verdad es que no necesito sexo. Y no lo necesito porque el gobierno me lo viene metiendo casi todos los días. Hace un par de semanas me notificaron que el impuesto de rodamiento o impuesto vehicular tuvo para este año un incremento del 40% aproximadamente, debido a que el gobierno de Juan Manuel Santos determinó que tener carro en Colombia es un lujo, y en tal sentido, se debe pagar más.
Pero ojalá fuera solamente el impuesto vehicular. Si el Congreso de la República aprueba la nueva reforma tributaria, los colombianos tendremos un incremento de 3 puntos en el Impuesto de Valor Agregado, IVA. Es decir del 16% es probable que se incremente al 19%.
O sea mi hermano que si a usted le gusta comer por fuera de la casa, haga esta sumita. Si usted va a un restaurante promedio en Medellín con una amiga o amigo puede gastarse $100.000 (cien mil pesos) en una cena incluido postre. Cuando pides la cuenta el mesero te pregunta gentilmente: -¿desea incluir el servicio?, ¿va a pagar en efectivo o con tarjeta?
Supongamos que también incluimos “El Servicio” del 10% de la totalidad de la cuenta a la que, además, se le incluye el 8% de impuesto al consumidor más el nuevo IVA. Es decir de los $100.000 (cien mil pesos) iniciales de la cuenta debes incrementar el 37% de impuestos, total $137.000 (ciento treinta y siete mil pesos) sin incluir el transporte para llevar la amiga a la casa, sin contar que haya “cortada de oreja”. Sexo para qué, si con este gobierno vivimos clavados…
