Tienen respuesta para todo y la insistencia es su mejor arma porque no aceptan un “no” rotundo.
Las operadoras comerciales para servicios de telefonía celular, entidades financieras, aseguradoras y compañías de servicios de gas por red, por ejemplo, se las saben todas para mantener a su potencial cliente el máximo tiempo posible al otro lado del teléfono o para acordar el momento para volver a llamar.
El “no me interesa” ni funciona. ¿No le interesa pagar menos?, ¿pero si ni siquiera me ha escuchado? dicen al otro lado del teléfono. Lo más chabacano del cuento es que las llamadas comerciales pueden llegar en el momento más inoportuno porque en Colombia parece ser que esa clase de llamadas no están reglamentadas.
Generalmente cuando se está haciendo pipi, popo, tirando o haciendo la siesta, llaman estos incisivos vendedores que uno ni se imagina donde consiguieron el número telefónico.
Alguna vez llamaron de una agencia de turismo para obligarme a comprar un paquete de viaje. El gancho era que me había ganado un premio que debía reclamar de manera personal. ¿Quién da un premio gratis para viajar? Nadie…
Pero ¿cómo evitar el acoso telefónico? Si recibe una llamada comercial de una empresa que le ofrece un producto que no le interesa, hay que ser muy claro y contundente con el interlocutor: no me interesa, ni su oferta, ni su compañía.
Y recuerde, por ningún motivo revele datos personales como domicilio, número de cuenta bancaria o claves para que se evite un mal mayor.
