martes, abril 16, 2024

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MEJOR EL MAR

La campaña política presidencial está tan larga al punto que se volvió monótona y aburridora por causa de la polarización, proceso en el que un conjunto de personas establece características específicas para determinar una postura de opuestos con cierta propiedad. La polarización dejó lo fundamental en el debate político: propuestas creíbles para solucionar problemas.

Desde el domingo 2 de octubre de 2016, cuando se realizó el plebiscito del sí y el no de los Acuerdos con las FARC hasta la fecha, Colombia se dividió en dos, entre los que están en “contra” y los que están en “pro”, pocos salen de ese esquema…

Uribistas y godos se atrincheraron en contra del gobierno de Santos por los Acuerdos con la guerrilla, mientras los de centro, los verdes, liberales y algunos de los integrantes de partidos de izquierda, supuestamente libre pensadores, apoyaron el proceso. Sin embargo, esas dos posturas, aparentemente serias y con argumentos se olvidaron en campaña.

El uribismo después de las elecciones parlamentarias y primera vuelta presidencial, empezó a recoger hasta basura para lograr constituir una bancada semejante a una aplanadora integrada por godos, liberales, vargalleristas y cristianos para aplastar la oposición del próximo gobierno. Los uribistas lograron infundir el miedo suficiente para hacer creer que el castrochavismo está entrando por la Guajira y los Llanos Orientales.

La fortaleza de la “derecha” a tres días para la segunda y última vuelta presidencial, gracias a Dios, tiene desorientados a los petristas que han intentado buscar el muerto rio arriba atacando los que han decidido votar en blanco, luego de que Fajardo anunciara que después del mundanal bullicio es mejor ir a ver las ballenas al Pacífico.

Petro quien, por un lado, no fue capaz de convencer a uno de los grandes derrotados, Humberto De La Calle para que adhiriera a su campaña, logró por el otro, meter a la “Colombia Humana” a Claudia Nayibe y al viejo Antanas que en acto pedagógico bastante chimbo, para mi gusto, entregaron las Tablas de Moisés con los mandamientos para gobernar en caso hipotético de ganar el domingo.

La pelea entre duquistas y petristas es por obtener el mayor número de votos que lograron los políticos de centro en la primera etapa de la campaña presidencial. En el extranjero y en Bogotá, por ejemplo, hay unos 2 millones de votos mal contados que apoyaron un candidato diferente a los representantes de los extremos.

Pero más allá de la dinámica electoral y los políticos inescrupulosos con partido, pero sin ideario, como lo liberales, de las alianzas incoherentes y poco consecuentes, esta campaña presidencial específicamente, logró lo que no había pasado en muchos años, desunir amigos, peleas entre compañeros de trabajo y riñas familiares.

La contienda electoral ha sido tan particular que logró, inclusive, la pronta captura de la “Abejita Maya” y “José Miel” por ser los presuntos autores materiales y cabecillas del enjambre de abejas africanizadas que justo cuando el senador Uribe se disponía hacer su intervención en un acto político organizado en La Loma, población minera del Departamento del Cesar, atacaron sin clemencia al expresidente generando también pánico y varias personas heridas por las picaduras de los facinerosos insectos, que según versiones de las autoridades, pertenecen a un frente disidente de izquierda radical.

Conocido el circo electoral se debe manifestar lo dicho en reuniones privadas cuando preguntan sobre el futuro del país. Colombia es perfecta e independientemente de quien gobierne en el periodo 2018-2022 seguirá y continuará siendo igual de perfecta.

Los corruptos seguirán robando, el sistema general de salud será igual o peor, sin lugar a dudas aumentarán la edad de jubilación y a usted, indudablemente le incrementarán más los impuestos.

Frente a ese panorama, que es el mismo desde la constitución del 91 hay dos opciones: una, sufrir con el pensamiento en que habrá un mañana mejor, o dos, entregarse por las buenas, relajarse, disfrutar de la familia e intentar visitar el mar de vez en cuando…

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.