Caminando por un centro comercial del sur de la ciudad, me tropecé con el aspirante a la Alcaldía de Medellín, Juan David Valderrama, quien trabajó con los gobiernos de Sergio Fajardo, Alonso Salazar, Aníbal Gaviria y parte con Federico Gutiérrez. Es decir, casi catorce años mamando de la teta del Estado.
Juancho Valderrama, estaba acompañado del concejal de Centro Democrático Simón Molina. Cuando vi semejantes demócratas, como persona decente que soy, fui a saludar. ¡Hola, hola, qué más!, dije…
La visión de Juan David Valderrama, quien se desempeñó en el último cargo como gerente del Instituto de Deportes y Recreación de Medellín, INDER, es bastante clara: «Yo voy a ser el Alcalde de Medellín».
Valderrama está convencido que el próximo mandatario también será “independiente”, yo pregunté, ¿independiente? de qué o de quién…
A Juan David y a cualquier otro aspirante hay que recordarle que las elecciones territoriales son absolutamente diferentes de las demás como lo son las de Congreso y Presidencia, hay que barajar de nuevo. El comportamiento del “ciudadano preocupado” en una ciudad como Medellín es diferente, distinto, lo mueven otros intereses.
Cada candidato tiene que alinear los requisitos básicos para lograr el poder como partidos políticos, por desprestigiados que estén, empresarios, jóvenes aunque pocos estrenan su cédula y medios de comunicación, además de una buena “tula” necesaria para pagarle a los “combos” encargados de presionar en las laderas de la ciudad para que obliguen a votar por un candidato equis, práctica que se realiza cada cuatro años en temporada electoral…
El próximo Alcalde será de coalición, y candidato que reúna los más fuertes es el Alcalde. Quién lo logrará, ¿Juan David?…
