sábado, julio 27, 2024

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DESMONTE DE SUBSIDIOS

Sin discusión alguna el Presidente de los colombianos Iván Duque está quedando como uno de los mejores futbolistas del país por la cantidad de “goles” que está metiendo desde el Plan Nacional de Desarrollo que se estudia por estos días en el Congreso de la República.

Los integrantes de los estratos socioeconómicos uno, dos y tres no pasan del asombro por el anuncio que hiciera el gobierno en el sentido de incluir en el Plan de Desarrollo el desmonte de los subsidios de energía.

La incoherencia del Presidente Duque, que prometió en campaña cero incremento de impuestos y conservar los subsidios tiene bastante preocupados a los candidatos por Centro Democrático que quieren aspirar a cargos de elección popular en octubre próximo. Lo que prometen en campaña no lo cumplen cuando llegan al gobierno, común denominador…

La Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica llamó la atención en el sentido que desmontar el subsidio de energía para los usuarios del estrato tres de forma inmediata podría generar un incremento en las tarifas del 18%, alza que afectaría de manera directa el bolsillo de unos 2 millones 800 mil usuarios.

Con el desmonte de los subsidios el gobierno tendría un ahorro de $300.000’000.000 (trescientos mil millones de pesos), afectando al 20% de la población colombiana. Los subsidios de energía para los estratos uno, dos y tres tienen un costo de $3 billones de pesos al año. Según la propuesta el estrato tres perdería el subsidio y el uno y dos tendrían una disminución del 10%.

Conocida la propuesta por parte del gobierno, se inició la polémica. Ahora para bajar la espuma, el Gobierno de Duque argumenta que con esos recursos de los subsidios se cubriría los servicios de energía para unas 500 mil familias del país que en la actualidad se encuentran desconectadas.

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.