Las graderías están listas. Queremos buenas carpas y buen maquillaje. Queremos una Campaña electoral en la plaza pública con talento colombiano e imaginación.
¡¡¡Alerta!!! Empezó el Circo. Hay que analizar cuáles serán las estrategias y propagandas que van a utilizar los candidatos a la gobernación, asamblea, alcaldía y concejo para vender sus ideas en la contienda electoral que empezó en la calle y a la luz pública el 28 de julio en todo el país.
Los señores politicos no pueden salir con lo mismo de hace cuatro años. Se remitieron simplemente a pagar cuentas de servicios, regalar mercados, a hacer verbenas, a matar marrano en vía pública y hacer sancochos, mientras Fajarkamón, alcalde saliente de Medellín, hacia de las suyas vendiendo bien su proyecto. Eso sí hay que reconocerlo, dejó a todo el mundo metido y con la boca abierta con los 208 mil voticos que sacó.
Los políticos en campaña regalan de todo, sin importar su calidad. Que no les vaya a pasar como a un fulano, actual candidato al Concejo que intoxico en una brigada de salud a varias personas creo que con unos refrigerios o un medicamento mal suministrado, me hicieron la aclaración. En esas chanfainas dignas de nuestro floclor provincial, por lo menos exijamos calidad en los sánduches. Que no sigan siendo un simple pedazo de pan viejo lleno de hongos, untado de manteca con una lechuga aporreada. Ustedes señores, no se dejen manosear más. A exigir calidad, por lo menos en la exposición de ideas, que se esfuercen.
Estamos cansados del mismo cuento, estilo y hasta sonsonete en el discurso veintejuliero que se echan en la plaza pública. Por los menos, señores candidatos aprendan a decir mentiras. Usen el coco, hagan un diplomado en teatro y actuación para que el mismo cuento nos sepa diferente.
Para las próximas elecciones habrá candidatos como estrellas tiene el firmamento. En los últimos días los he visto hasta de un ojo e inclusive hasta de tres. La señora del barrio con segundo de primaria que le dio por participar de la democracia, el líder barrial que pide contratos en la Alpujarra en pleno 2007 con una agenda del 87, amarilla de tanto chupar sobaco a pleno sol. De todo da esta tierra. No digo que no puedan participar. Pero por el Sagrado Rostro, dónde están los mínimos estándares de calidad.
Los políticos deben aprender del ciudadano de a pie. De ese que le toca caminar en el pavimento e ingeniárselas para levantar la papa. De esos creativos que no han pasado por una facultad de publicidad y venden una loca preñada, un hueco o un mojado. Uno cae redondo con estos artistas.Por lo general, político que no sea mentiroso, sobreactuado, clientelista, tecnócrata y burócrata, no llega al poder. Eso ya lo sabemos, pero también nos costa que para esta clase de doctores es necesario tener un pueblo mediocre y guevón para que vote por ellos. Ahí, hasta me incluyo yo, por aquello de la solidaridad con nuestros hermanos.
Sobre marketing y ventas hay que aprenderle a muchos, especialmente a los que pasan desapercibidos en las calles de nuestra ciudad. Ojo a esta perla.Alguna vez, durante el trayecto entre la oficina (Ondas de la Montaña) y el centro de la ciudad por la Calle San Juan (Alpujarra) se monta un tipo con un morral. Uno percibe que el hombre va de viaje. “Gracias al señor conductor que me da la posibilidad de hablar con ustedes”. No me di por enterado, otro pa’ pedir plata. ¡Que cosa caballero!
Con la voz quebrada y asomo de lágrima dice la belleza: “Señores acaban de informarme que mi familia, mi mujer y mis tres hijos fueron asesinados en Urabá por un grupo armado”. Llamó mi atención y le creí, yo que no creo sino en lo que veo. Sigue el tipo: “Necesito una ayudita para salir por flota hacia Urabá”.
Durante su actuación las señoras de la caridad sacaban monedas. Fui testigo de ver un billete de cinco mil pesos. Al tipo le corrían las lágrimas a cantaros por las mejillas. Lloré con él. Además le di dos mil pesos. Estábamos pagando la entrada al mejor Stand Up Comedy de la temporada. Que monólogo señores, que monólogo.
Pasado el tiempo lo volví a ver en una ruta de Laureles, llorando con el mismo cuento. Entendí que el talento es lo que sobra a la gente que se revienta en las calles de este país y lo que le falta a los políticos de pueblo como este. Volví a darle dinero, eso si, más poquito y le dije: “por lo de su talento, señor”. Después de su temporada de teatro, el artista se retiró del oficio. En la actualidad montó su oficina de operaciones en la Iglesia de Santa Gema, donde cuida carros en compañía de sus muertos, su esposa y su único hijo. (Eso lo confirmé).
La creatividad es lo que los candidatos tienen que utilizar. Hacer creer por lo menos. Esta bien que sigan con las mismas mentiras, como la del borracho: “tranquila mija que no vuelvo a tomar” o “El último y nos vamos”. Las mentiras aunque dolorosas y traicioneras no son importantes, que es lo que la historia ha demostrado en los integrantes del sector político. Lo primordial es saber cómo, cuándo y en que oportunidad las decimos.
Los candidatos solo imprimen los mismos calendarios, las mismas poses en las fotos, los mismos pasacalles, las mismas vallas, pero del picante nada. Para estirar la mano se necesita mucho talento. Sobre todo para pedir un voto. Poner cara de lastima cuesta y es difícil cuando no se es actor.Los integrantes, por ejemplo del Partido de la U en Antioquia que bien partido en pedazos está, tienen que aprender mucho de los paisanos que se dedican a conseguir el diario en los semáforos de Medellín. Se encuentran saltimbanquis, malabaristas, hombres cohete, hombres fuego, payasos, discapacitados trapecistas, locas, vendedoras de chicles y hasta prepagos ofreciendo alguna cosa por una monedita. Eso sí, muy disciplinados y constantes. No piensan en un proyecto un fin de semana para que opere tres meses.
El partido de la U ni servicios, ni alternativas ofrece. Que se puede esperar un ciudadano de un movimiento si uno de sus nuevos políticos como Jaime Restrepo Cuartas, exrector de mi Alma Mater, exintegrante del MOIR, ahora en la U, hace negocios con Alonso Salazar y Carlos Ignacio Cuervo, ambos candidatos a la Alcaldía de Medellín. Con cara gana y con sello también. Que mago señores, que artista, nos resultó el doctor.
Como malos políticos también existen malos acróbatas. Los he visto de una bola, que por lo general son limones o naranjas. Una vez vi un muchacho intentando malabares con dos bolitas. ¿Con dos bolas quería descrestarme? Sospeche de su oficio. Creo que no era malabarista. Me sentí estafado.Así estafados nos sentimos todos al terminar el gobierno de turno, después de tanta promesa, de tanta mentira. Por eso debemos cambiar la actitud y exigirles a los políticos que preparen mejores carpas de circo y su maquillaje para que por lo menos la jornada electoral sea más amena y divertida, así sus gobiernos no lo sean.