
No se puede desaprovechar la celebración este sábado 9 de febrero del Día Clásico del Periodista. No se puede desaprovechar la oportunidad para expresar la pena ajena que generan las pobres y desgastadas apreciaciones del exfaraón de Medellín que se creyó el cuento de que la ciudad pasó del “Miedo a la Esperanza”, como si la reparación de la modalidad del sicariato fuera un cuento chimbo. La fuerza de Fajarkamón se ha perdido. El emir perdió su reino y ahora está cobrando de la manera más mediocre los favores publicitarios que pagó en su anterior gobierno.
La mejor clase sobre lo que no se puede hacer en medios de información la estamos aprendiendo del profesor, cuando pretende generar impacto y recordación para recuperar la audiencia perdida.
Todos los alcaldes de Medellín, han sido los mejores mandatarios del país. Con dinero, un buen equipo y grandes inversiones en propaganda como es nuestro caso, todo alcalde paisa es siempre el mejor. “Lonso” lo será por que está escrito en la historia. Alcalde de Medellín que termina su mandato se cree presidente. Para no ir muy lejos les recuerdo que Naranjo lo sintió, Juan Pablo María Gómez lo disimuló y Luis Emilio pensó en esa posibilidad. Todos se han quedado con las ganas, menos Uribe. Fajardo no será la acepción en la fórmula. El hombre piensa que podrá ocupar con Lucre la Casa de Nariño, pero eso será en sueños, porque las cábalas dicen lo contrario y su repertorio por la radio colombiana lo están dejando sin habla.
En el medio existen colegas de todos los sabores y también existe Fajardo, que ni es periodista, ni analista, debido a que sin ningún esfuerzo lo ha demostrado. Feliz día del periodista. Para todos mil abrazos. Es hora de recibir tarjetas, correos electrónicos, chupes y palmadas en el hombro por el oficio, que los lunes estamos de vuelta en el ruedo.
Finalmente quiero que le den una mirada a la carta que envió la colega Eliana Duque desde Medellín a Darío. Carta que comparto desde la primera letra.
Señores:
Caracol Noticias
Bogotá

Considero importante recordarles que una cosa es la economía y otra las matemáticas; que una cosa son las ciencias políticas, y otra las matemáticas; que una cosa es haber sido alcalde de cualquier ciudad, y por cualquier motivo, y otra cosa es ser periodista.
Mientras ustedes no tengan en cuenta estas diferencias, Darío seguirá haciendo el oso cada que insiste en pedirle a Sergio que opine sobre lo divino y lo humano, pues por esta razón Sergio, o permanece callado, o dice cualquier sandez que no tiene nada que ver con lo que se le está preguntando.
El experimento de llevarse a este señor para Caracol, y todos sabemos con cuáles intenciones, ha sido un fracaso. Por Dios: el periodismo y los colombianos merecemos respeto. Por qué mejor no le patrocinan un curso intensivo en cualquier lugar de la tierra al señor Fajardo, o le piden al Presidente que le asigne un cargo público importante, donde tenga la posibilidad de aprender lo que se debe no sólo para opinar ante un medio de comunicación masivo sino para aspirar a otras dignidades.
Cordial saludo,
ELIANA DUQUEComunicadora Social
Medellín
Domingo, 10 de febrero de 2008
Juan Paz. Periodico El Mundo
LAS VUELTAS DE CARACOL
