Después de la juagada tan hijuemadre que el Sargento de Medellín, “Lonso” Salazar, le pegó al periodista Oscar Castaño, Director del Programa de Televisión “Oriéntese” que se trasmite en las noches los miércoles por el Canal Cosmovisión, muchas son las reflexiones que hay que hacer sobre cuál de los dos gremios que participan de la manera directa en la agenda pública, comenten más “porquerías”… ¿quién hará más “porquerías”, los periodistas o los políticos?
Tanto el político y el periodista van al baño, ¿a qué?, a hacer porquerías. Yo, tu, el, hacemos porquerías… Pero, ¿quién será más puerco?, el periodista que busca, critica, grita y patalea, o el que se toma fotos con “Memín”?
Las siguientes son las reacciones de varios concejales que se arriesgaron a perder sus cuotas burocráticas, por cuestionar al Sargento Salazar por sus repetidas salidas en falso. ¡Qué susto!, ¿será que nos pega?…
Por: Adolfo Ospina.
Después de que haya pasado la calentura, por lo menos mediática, de las chuzaDAS del DAS, podríamos, quizá, hacer un análisis un poco más tranquilo al respecto.
Evidentemente, el asunto no se le puede dejar sólo a los medios de información, que en estos sucesos tratan de hacer su agosto, es necesario que desde todos los ámbitos sociales del país hagamos un sonoro reproche a estas conductas estatales. Pronunciamientos al respecto, como el del candidato Vargas Lleras y las denuncias del también candidato Petro, son las actitudes que los colombianos le debemos exigir a nuestros líderes políticos.
Debemos también exigir a las autoridades respectivas, no sólo exhaustivas investigaciones, sino que encuentre los verdaderos responsables de las interceptaciones ilícitas. Y los culpables son quienes dieron verdaderamente las órdenes para hacerlo, porque no creo que ningún colombiano crea que las chuzaDAS son iniciativa de los mandos medios de ese organismo de seguridad.
Por lo anterior, no debemos permitir el cierre de ese organismo y no es que su funcionamiento sea digno de emular, todo lo contrario, desde hace mucho tiempo se sabe de las irregularidades que se tejen en su interior: relaciones con los “paras” con los “narcos”, entre otras muchas. Pero, permitir el cierre es echar tierra al asunto, es enterrar la verdad, es permitir que simplemente se cambie el nombre al organismo y siga sucediendo lo mismo. El DAS debe continuar vivo, por lo menos hasta que se esclarezca realmente el asunto, y eso sí bajo la vigilante mirada de la sociedad, así mismo las investigaciones deben ser esperadas, exigidas y acompañadas por todos, sin permitir soluciones facilistas y sospechosas que pretendan esconder la verdad.
Por todo lo anterior NO AL CIERRE DEL DAS… NO, NO, NO
PA’ EL MAMÓN NO HAY LEY
Cualquiera puede arrepentirse de una decisión tomada, y mientras se pueda reversar, ¿qué más da? Sin embargo, algunos integrantes de la Alcaldía y Concejo de Medellín, pensaron que habían acabado con el matiz “mardukiano” que lidera el ITM desde hace 12 años.
A continuación las versiones sobre el conflicto y polémica que generó la renuncia del Rector del ITM, y las denuncias presentadas por el concejal Bernardo Alejandro Guerra.