En los cuarteles de invierno de Centro Democrático hicieron hasta lo imposible para intentar convencer a la exdirectora del periódico El Colombiano y actual Senadora de la República, Ana Mercedes Gómez Martínez que no renunciara a su curul, pero la no dio frutos tanta insistencia.
Doña Ana, quien hace un par días apoyó la precandidatura a la Gobernación de Antioquia de Andrés Felipe Guerra Hoyos, acusa en su carta de renuncia que por causas de salud se ve obligada a dejar el Congreso colombiano.
Sin embargo, hay otras versiones sobre su salida inevitable. Por un lado están las presiones por parte de su familia que no la quieren ver en esa leonera, y por el otro, la periodista, acostumbrada a las buenas maneras, como buena “conservadora” que es, está cansada y fatigada de aguantarse ese nido de guales, jotes o zopilotes.
Estábamos convencidos que doña Ana no iba a soportar ese voltaje. Una mujer acostumbrada a la buena mesa, a la literatura y al buen hablar qué iba a soportar estar sentada al lado de Ñoño Elias, Musa Besaile Fayad, Corso, Roy y Gerlein para evitar mencionar más ilustres padres de la patria. Se enloquece hasta el putas…
Con la renuncia aceptada de Ana Mercedes Gómez Martínez, unas de las protegidas de Uribe, su curul en el Senado será ocupada por otro integrante de CD proveniente del Departamento de Boyacá.
