Algunos de los integrantes de Centro Democrático, especialmente los que hacen parte del grupo de trabajo del exprecandidato a la Alcaldía de Medellín, Juan Fernando Jaramillo Galvis, andan incómodos por los incumplimientos a los acuerdos a los que habían llegado antes de que se eligiera el candidato único de esta colectividad.
Juan Fernando le quedó mal a varios de sus colaboradores, porque les calentó el oído a los aspirantes al Concejo y Asamblea para hacerlos trabajar en su aspiración. Dicen que Juan se ideó la manera para que estos aspirantes invirtieran de sus propios recursos en su campaña bajo la contraprestación que ganándose la candidatura única conseguirían más oportunidades para todos.
La estrategia tenía más fondo. La intención de Jaramillo Galvis era adherir a Juan Carlos Vélez para asegurar su renglón al Concejo de Medellín, pero falló a la hora de calcular, pues de acuerdo con los estatutos, el primer renglón lo define el director del Partido y entre el 2 y el 21 se definen en convención o consulta cerrada como se hará el 19 de abril.
Lo cierto es que después de la «negociación» con Juan Carlos Vélez, Juan Fernando dejó a sus coequiperos colgados de la brocha y él se quedó sin votos, pues sus anteriores colaboradores se abrieron del parche.
Uno de los que se quedó viendo un chispero, que andará buscando tolda para avalar su candidatura es el abogado Javier Rodas, quien hizo campaña al Concejo de Medellín hace cuatro años por el Partido de la U. Otros son Javier Castañeda y Wilson Restrepo. Los aspirantes a la Asamblea medio jodidos son Jorge Estrada y Andrés Trujillo.
