La declaratoria de contingencia atmosférica decretada por el área metropolitana y los consejos metropolitanos de la gestión del riesgo y de movilidad debido a los altos niveles de contaminación que se viven actualmente, son un gran campanazo de alerta para habitantes y administradores de la ciudad.
Los niveles de polución han estado hasta tres veces por encima de la media nacional, que dobla la sugerida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), poniendo en riesgo la salud de los habitantes del Valle de Aburrá.
En Medellín el ambiente se afecta de manera grave para mejorar la movilidad propiciando una tala indiscriminada de árboles para ampliación y construcción de vías, paradójicamente las medidas estipuladas en la resolución número 0379 de las entidades citadas, con las que pretenden mejorar el aire de la ciudad, apuntan todas a la reducción del tránsito de vehículos particulares, ampliación del pico y placa a todos los municipio del área metropolitana y del horario en que actualmente se lleva a cabo, de dos horas y treinta minutos a veinticuatro horas.
Medellín, a diferencia del resto del país, cuenta con un sistema público de transporte masivo que podría soportar una amplia reducción del uso de los vehículos particulares, pero ahí no radica la solución real del creciente problema.
El exalcalde Alonso Salazar tuvo en su poder la decisión de contribuir de manera significativa al ambiente de la ciudad, optando por seguir las recomendaciones de expertos en combustible y ambiente que inclinaban la balanza a favor de comprar articulados para el Metro plus movidos por energía eléctrica y no por gas como se hizo finalmente.
Igualmente el Concejo de la ciudad tuvo la oportunidad e hizo un debate al tema. Citado por Nicolás Albeiro Echeverri Alvarán y el actual alcalde, en el recinto de la corporación se pudieron escuchar las apreciaciones técnicas de grupos de expertos, encabezados por la UPB y la U de A; de grupos de ciudadanos ambientalistas agrupados en el colectivo ambiental e incluso de constructores y entes de la economía local y nacional como la SAI, todos ellos concluyeron lo rentable a nivel económico (a largo plazo), ambiental y de salud pública que sería para Medellín el uso de energía eléctrica en los articulados y alimentadores del sistema Metroplús.
Sin embargo la medida menos ambiental se tomó, de nuevo el Alcalde del momento despreció las opiniones adversas y el concejo de la ciudad demostró su genuflexión ante las decisiones del administrador de turno con conclusiones expresadas por Federico Gutiérrez entonces presidente del Concejo como:
“(…) Una es que este debate se da después de la decisión tomada por el Alcalde, el Concejo no toma la decisión, el Concejo la evalúa, hace una sesión donde convoca a todas las partes para lograr algún entendimiento y por lo menos mostrar los escenarios.
Segundo, que sea cual sea la decisión, energía o gas, que la que tomó el señor Alcalde es gas, simplemente con la entrada del sistema en operación, mejora sensiblemente la calidad del aire en la ciudad de Medellín.
Que el Metroplús no es el único responsable de la contaminación en la ciudad, es solo parte.
Estoy totalmente de acuerdo con el doctor Óscar Hoyos, que aquí la decisión es de tipo financiero”.
Acta 095 Medellín, 16 de junio 2008
Sólo 8 años después se demuestra, sin necesidad de largos estudios, lo conveniente que para Medellín hubiera sido tener un transporte masivo totalmente movido por electricidad.
La verdad sobre el problema ambiental de la ciudad es que todas las decisiones que tienen que ver con un medio ambiente sano están directamente relacionadas con la rentabilidad, en otras palabras mientras haya con qué pagar no importa el daño que sobre el aire, el agua o la tierra se genere.