En los mentideros políticos, especialmente en el interior del Partido Liberal argumentan que la actual senadora Sofía Gaviria no participará de la campaña parlamentaria que se avecina.
El primer motivo tiene que ver con que ya no cuenta con el apoyo y la maquinaria electoral que su hermano el exalcalde Aníbal Gaviria puso a su disposición cuando estuvo en el gobierno. En otras palabras, lo peor que les pasó a los “Gaviria” es que el nuevo Alcalde Federico Gutiérrez le acabó con toda la clientela y burocracia necesaria para apalancar una jornada electoral con posibilidad de triunfo.
El segundo motivo, más importante aún, es que Sofía Gaviria resultó ser todo un paquete chileno, un desacierto como política y senadora de la república. En casi cuatro años de legislatura no ha hecho nada sobresaliente para mencionar temas de fondo, porque los de forma saltan a la vista. Sus problemas de dicción, sintaxis y exposición de ideas al hablar a través de medios de comunicación o en público son la evidencia de la escasa preparación de la política que pasó por el Congreso sin pena ni gloria.
La verdad sea dicha, el Partido Liberal en Antioquia, para evitar hablar del resto de garajes que existen en el país, se quedó sin una representación decente en el Congreso. Carentes de posiciones serías, sin ninguna ideología, sin carácter y endosados a pocilgas electorales en la actualidad se confunden entre una clase homogénea, sin escrúpulos y repletos de vicios, característica inevitable de la política del país.
