Para nadie es un secreto que El Colombiano es uno de los refugios de los lazarillos del exgobernador Sergio Fajardo, periódico desde el que los viudos del poder rebuznan sin ninguna clase de argumento ante la opinión pública. Y tienen todo el derecho si la dirección de esa casa editorial se los permite…
El exdiputado y exsecretario de despacho, Adolfo León Palacio Sánchez, uno de los que, por derecho constitucional, ejerció control político sobre las ejecutorias de “El Señor de la Biblioteca”, le envió una carta a la Directora del periódico de La Ayurá Marta Ortiz a través de la que le hace varias aclaraciones sobre la base del artículo que escribió el exgerente del Instituto para el Desarrollo de Antioquia, IDEA, Mauricio Pérez.
En palabras de cristiano y musulmán, Palacio Sánchez le aclara a la diseñadora gráfica, con bastantes argumentos, que Pérez, durante su estadía en el IDEA lo único que hizo fue quebrar la empresa, aumentar los gastos de funcionamiento y suprimir proyectos y programas para el beneficio de los antioqueños, además, que es un «pobre legitimador barato» para evaluar la gestión del actual gobierno.
En la misiva Adolfo León Palacio expresa:
“(…) En la columna escrita por: Mauricio Pérez y denominada, “Carta de creencia: El Oficio de destruir”, quiero manifestarle con conocimiento de causa, documentos probatorios y análisis financieros, que los temas plasmados en la columna y según como se redactan FALTAN A LA VERDAD, distraen a los lectores, pero ante todo carecen de la ética y responsabilidad social, atributos que no caracterizan a un medio como El Colombiano y sobre todo a un columnista responsable (…)”.
“(…) Lo primero es indicarle, que el columnista Mauricio Pérez exgerente del IDEA, no es el más oportuno para escribir una carta de creencia, tampoco, quien determina si Antioquia – va o no va bien –, pero si acierta perfectamente en que su comunicado es el OFICIO DE DESTRUIR (…)”.
“(…) El Señor Mauricio Pérez en su gestión como gerente del IDEA, en el periodo de administración de Fajardo, representó los principales descalabros económicos. Los hechos no fueron exitosos, infortunadamente no beneficiaron a los antioqueños (…)”. Ver carta
