jueves, marzo 28, 2024

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SIN COALICIÓN, SIN OPCIÓN

El resultado de las consultas de izquierda y derecha que determinaron el triunfo electoral tanto de Gustavo Petro como de Iván Duque, ratificaron que, por un lado, desde esta semana se iniciaron de manera oficial las campañas a la Presidencia de la República, y por el otro, que serán de coalición.

En palabras de ciudadano promedio, el candidato que no haga negocios, alianzas, contubernios, pactos y sumatorias con candidatos sin opción de poder, no tendrá la oportunidad de pasar a la segunda vuelta presidencial que se determinará en mayo.

Los 4 millones de votos de Iván Duque contra los 2 millones 500 mil votos de Gustavo Petro, además de los mal contados 8 millones de indecisos, avizoran que las campañas presidenciales están en pañales y que esto apenas comienza.

La votación alcanzada por Duque y Petro puso a pensar a los políticos que hacen parte de la polarización en la que se encuentra la ciudadanía desde que el gobierno del Presidente Santos inició las conversaciones con las FARC, así ese tema no haga parte de la campaña.

Lo cierto es que Tavo Petro sabe que solo no le alcanza y por esa razón fue que bajó el tono para invitar a los integrantes de la Alianza Verde que logró incrementar la participación en el Congreso de la República en las pasadas elecciones parlamentarias.

Por su parte, Aurelijus Rutenis Antanas Mockus Sivickas, quien se convirtió en el segundo senador más votado en el país por Alianza Verde, se arrodilló y casi muestra el culo para insistir en la necesidad de sentar en la mesa a Fajardo, su candidato, con Humberto de la Calle al que tienen como pandequeso maluco, sin opción de poder, pero con votos para impulsar algún contrincante.

Fajardo sigue soberbio, polarizando, señalando y descalificando sus contendores, ojalá el tiro no le salga por la culata…

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.