Hace poco hablando con una mujer que se dedica al negocio de la soltería, es decir que facilita el encuentro entre solteros para cambiar de estado civil, me dijo que cuando una pareja comenzaba eran los hombres los que le avisaban que ya estaban saliendo, las mujeres nunca le contaban.
Investigué con varias de las mujeres clientas de ese negocio y de otros dos que conozco y las respuestas fueron el marcador: No, pero si apenas nos estamos conociendo. -Sí hemos salido pero nada serio. -El tipo me gusta sólo para un ratico.
Los hombres dijeron de una que estaban hablando con la susodicha, que estaban saliendo, que las cosas iban bien. Me pregunto si es por miedo a que los acusen de infieles o donjuanes, o porque los roles cambiaron y ahora se ilusionan más rápido los caballeros.
Les aclaro que en las entrevistas era indiferente si la pareja se había besado, había bluyineado (hermoso verbo que debemos recuperar), o habían tenido sexo; también es indiferente la calidad de esos primeros encuentros sexuales porque a los hombres poco les importa la calidad y porque las mujeres esperan que mejore en las siguientes.
Lo que sí es claro es que el género masculino parece estar más dispuesto a definir que está en algún tipo de relación, informal o formal, que las féminas. Supongo que si los varones encuentran un buen prospecto quieren organizar la cosa antes de que llegue alguno a quitárselo, y las mujeres, siendo más cautas, están esperando que salgan los defectos antes de entusiasmarse.
Así que nos podemos ir bajando del mito de que las mujeres son las que salen con ¿vos y yo qué venimos siendo?, porque parece que podemos seguir siendo y haciendo por un tiempo indeterminado hasta que una se decida por alguno o decida que sí vale la pena ese que está ocupando tu whatsapp, tu cama y tu coño.