En medio de la pandemia y el covid19 que convirtió a Iván Duque en un excelente presentador de televisión y cuestionado presidente, lo único que ha variado la agenda en Medellín y Antioquia han sido los cuestionamientos al alcalde Daniel Quintero por presunto abuso sexual contra dos muchachas y la situación legal del suspendido gobernador Aníbal Gaviria.
Entre las malas decisiones tomadas y pésimas estrategias comunicacionales ejecutadas por el inexperto alcalde se evidencian: uno, que sólo se comunica a través de su Twitter, y dos, que sólo sale a medios de comunicación, cuando lo van a exaltar por la manera en que ha afrontado la pandemia, o cuando un medio de gran cobertura lo cita para agarrarlo del pescuezo y apretarlo con el fin de reflejarle sus equivocaciones como el fallido y secreto contrato que querían adelantar con otra emisora para resaltar a Quintero como buen padre de familia, que seguro lo es.
Inexperiencia es lo que refleja el joven mandatario con postura y disfraz de seminarista. Mientras se la pasa dando bendiciones, Daniel Quintero desilusionó a más de uno porque está haciendo todo lo contrario de lo que prometió en campaña. Es el único “independiente” que loteó la alcaldía, esto para los del sur, esto para los del norte y así sucesivamente, como siempre ha sido…
La percepción que está construyendo el joven mandatario en apenas seis meses de gobierno lo está desgastando más temprano que tarde, pues de hecho ya lo quieren colgar en plaza pública muchos de los que en campaña fueron sus amigos. La izquierda, que inicialmente fue su aliada no lo puede ver, y la derecha lo detesta, escudándose en hacerle creer que son sus amigos, pero todo lo contrario, su único interés es comerse la mejor parte de la torta, mismo pensamiento que tienen los empresarios quienes se aguantan en silencio a Quintero como simple mandatario de turno y administrador del erario.
Lo cierto es que la entrevista que sostuvo con “Julio y sus muchachas” demuestra el desbarajuste del gobierno. Que mal “vocero”, que mal líder fue el alcalde en esa entrevista. Embolsado, gangoso, sin argumentos, no pudo justificar el comportamiento de sus subalternos, lo que revela que una tropa de “independientes” mal dirigida se pega un tiro en su propio pie.
“Pinturita” como le dicen sus examigos de izquierda, con la intención de tapar el mal olor impregnado en los últimos días, se limitó a resaltar las entrevistas internacionales y a la importancia del distanciamiento social y el uso permanente del tapa bocas, otro dato que evidencia graves problemas en comunicación y estrategia. La Alcaldía no tiene libreto, y sus asesores, si es que los hay, o son muy malos, o el mandatario no los escucha, se tapa los oídos, al punto que parece que tampoco quiere escuchar la voz de Dios como el conservador poco progresista que es…
Un colega, amigo, conocedor de temas como “vocería” y “reputación” afirmó que en la entrevista de Quintero con “Julio y sus muchachas” se demostró lo mal entrenado que está el mandatario, porque cayó redondo en la equivocación de la mayoría de los políticos: “creer que saben de todo”, cuando sus acciones demuestran lo contrario.
El asunto, contesté a la afirmación del colega, es que la comunicación y el mensaje empieza a fallar cuando no se es coherente, las estupideces no las tapa ni el putas. En otras palabras, por más buena y fina que sea la alfombra no logra tapar el olor de la caca que hay debajo de ella…
Ahora bien, en el edificio de al lado también pasan cositas. El mutismo de la situación que afronta el actual suspendido gobernador Aníbal Gaviria se acabará en los próximos días cuando la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia determine la legalidad o no de la medida de aseguramiento proferida por la Fiscalía General de la Nación en contra del mandatario, quien se encuentra en casa por cárcel.
Aunque en los primeros días de julio la Corte determinará si Gaviria Correa podrá terminar o no su detención, desde la Fiscalía están armando otro paquete de pruebas y argumentos para evitar que el mandatario seccional retorne a la libertad.
Un juez penal del circuito, quien además se desempeñó como fiscal reveló argumentos que hoy podrían tenerse en cuenta en el proceso del gobernador.
Uno de ellos es la prescripción del presunto acto por el que se le acusa al mandatario. De acuerdo con el código de procedimiento penal, el delito de peculado por apropiación tiene una pena de entre 6 y 15 años. El detalle es que como el presunto peculado en la construcción de la Troncal de la Paz fue superior a los 200 salarios mínimos mensuales legales vigentes al posible condenado se le sumaria el 50% de la pena máxima. Es decir 15 más 7.5 igual 22.5 años, no ha prescrito, argumenta el juez.
También se conoció que, desde la Fiscalía en Bogotá, están cocinando a fuego medio los argumentos para intentar vincular al gobernador en un presunto concierto para delinquir. Dicen desde el ente investigador, que la sindicación del peculado por apropiación implicaría también un posible concierto puesto que las partes, es decir, el gobierno de ese entonces y contratistas ejecutores de la obra se sentaron a manteles para diseñar la manera en la que se cometerían los presuntos ilícitos con los que hoy señalan al mandatario seccional.
Una amiga y colega preguntó en estos días que si tenía medio idea de quiénes son las personas que están dando manivela y dedo en el caso del gobernador Gaviria Correa. Le contesté que no sabía, porque de lo contrario ya lo hubiera publicado.
Sin embargo, lo único que sé es que con la llegada de Francisco Barbosa el tendido en la Fiscalía General de Nación cambió considerablemente porque salieron muchos junto con el exfiscal Néstor Humberto Martínez que hace parte de la hegemonía y cuartel de Cambio Radical que orienta el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.
Con la llegada del nuevo lote de fiscales, los compromisos a los que había llegado la Fiscalía con políticos investigados también cambiaron, hecho que generó que a los contratistas no sólo de la Troncal de la Paz, sino también del proyecto habitacional Naranjal y Arrabal, los mismos Paola Solarte y Luis Fernando Solarte los llamaran a negociar con el propósito de que empezaran a cantar, debido a que Carlos Solarte, el titiritero mayor, ya detenido, les lleva una ventaja como de cien canciones…
ÑAPA:
El abogado penalista Mauricio Urquijo, conocedor de la radiografía de los últimos doce años de gobierno municipal, escribió un artículo sobre la situación del actual suspendido gobernador.
Su lectura deja una sensación bastante común y doble moralista que caracteriza a la idiosincrasia de nuestra sociedad.
LA ESTÉTICA DEL DELITO
En Antioquia no ha habido gobernante malo. Ni corrupto. Esas serían las conclusiones obligadas si miramos las encuestas de popularidad de exgobernadores y exalcaldes de Medellín. Acá nos ponemos el carriel al hombro cuando de defender a nuestros líderes se trata, porque lo que es con cualquiera de ellos es con toda la “raza”. Ver artículo