De acuerdo con CNC, Bolívar logró el 29,1% de intención de voto para una consulta partidista, mientras “Pinturita” se encuentra en empate técnico con la senadora María José Pizarro.
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El líder mundial e intergaláctico de la vida, Gustavo Petro anunció que seguirá transmitiendo los consejos de ministros, luego del sainete que protagonizó esta semana en el que, lo mínimo, que sucedió, fue que la vicepresidenta Francia Márquez, aceptara que su familia y su gente en el municipio de Suárez, Cauca, estuvieron mejor durante el gobierno de Duque.
Luego del mejor espectáculo de la administración petrista: una ministra, feminista, llorando por un hombre, Benedetti; una vicepresidenta con un “mea culpa” por haber apoyado un gobierno corrupto, sin contar la jalada de mechas entre la canciller y el director de la prosperidad, otros aprovecharon el show para obtener el mejor redito.
El consejo de ministros, que se prendió como pólvora por televisión nacional y redes sociales como si no hubiera un mañana, reveló no solamente las divisiones inconciliables entre los lavaperros del presidente, sino también que enfrentó a los posibles aspirantes a la presidencia para las elecciones del 2026 por parte del progresismo.
Sobre la base de las últimas encuestas de intención de voto, quien tendría el primer lugar por parte de la izquierda sería el director de la prosperidad social, Gustavo Bolívar, quien en pleno consejo de ministros declaró su afecto a Petro: “señor presidente, yo a usted lo amo”…
Bolívar, de acuerdo con la encuesta del Centro Nacional de Consultoría, CNC, encargada por la Revista de los Gilinski, logró el 29,1% de intención de voto para una consulta partidista, mientras el renunciado exalcalde de Medellín Daniel “Pinturita” Quintero quien obtuvo el 20,3% se encuentra en empate técnico con la senadora de Pacto Histórico, María José Pizarro que llegó al 19%.
La competencia, por una candidatura única del progresismo a la presidencia, hizo que el también conocido como “Tembleque” aprovechara el circo de ministros para calificar a Bolívar de manipulador y traidor.
Quintero posteó:
“Bolívar y compañía querían dictarle al presidente cómo y con quién gobernar, armar un show antes de renunciar, cosa que ya tenían programada, dándole un golpe antes de salir al presidente para reclamar independencia. Más daño hace un traidor que 5 Benedettis”.
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DE PASEO EN SANDIEGO
Por Galerías de San Diego, por donde hay varios comederos ejecutivos, observé al exgerente de Plaza Mayor, Víctor Hugo Zapata, atarugado con una carne gorda.
Pasé de largo y el hombre gritó para hacerse notar, alarido que contesté con otro: -¡ey!, se escuchó, -¡ehhhh!, recusé levantando una mano como gesto de saludo…
La verdad no paré por miedo a que me vieran saludando un “pinturista” con letra escarlata en la frente, disminuido a la mínima expresión por haberle cargado la maleta al peor alcalde que ha tenido Medellín, según los actuales gobernantes y la clase empresarial antioqueña.
Al día siguiente en el centro comercial El Tesoro me tropecé con el compa de universidad, exconcejal, exgerente de Plaza Mayor y excandidato a la alcaldía, Gabriel Jaime Rico Betancur.
Lo vi bien acompañado: -mirá Rubencho te presento mi novia, -ah doctor, usted sí que sabe cositas, le dije casi en secreto…
Bien motilado, gordo y cacheticolorado estaba el hombre. -¿En qué andás?, pregunté, -en Bogotá entre lunes y viernes, fines de semana en Medellín con la familia y la novia, dijo…
-Cómo ves la cosa con Federico y Andrés Julián, preguntó. Le dije que por malos que sean alcalde y gobernador en la ciudad se respira más tranquilidad luego de las pelas, diatribas, insultos y ring de boxeo en el que Quintero convirtió la ciudad.
Además, agregué que “Tembleque” o “Pinturita”, como lo quieran llamar, fue peor que un kamikaze japonés en la segunda guerra mundial, que, en vez de inmolarse solo con su causa, llenó un Airbus A380 con 900 pasajeros y lo estrelló contra la Alpujarra, porque, ahora, más de un contratista, funcionario y exempleado tuvieron que migrar a otras ciudades del país debido a que Quintero los dejó muertos por inanición.
Le dije además que “Danielito”, como le dice la concejala Carrasquilla, desaprovechó la oportunidad más grande que la vida le dio a un culicagado del Tricentenario que se alimentaba con mangos que cogía a uno que otro palo mientras caminaba hacia la universidad, “historieta” con la que hizo llorar al pensionado periodista Yamid Amat cuando Quintero fue electo alcalde.
Quintero desaprovechó ser grande y extirpó con hoja de bisturí la posibilidad de ser apreciado y recordado con gratitud, inversión a largo plazo que ayuda a un político que quiere ser reelegido.
Por el contrario, “Danielito”, tendrá que buscar votos en Boyacá, en Nariño, en los Llanos o en la puta mierda porque lo que hizo fue plasmar una marca indeleble, imborrable en el imaginario colectivo de Medellín y Antioquia que le gritará “corrupto” cuando salga a la calle en la ciudad que le dio una sola oportunidad.
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DANIEL MUCHO MÁS
En el enero de 2020, unos colegas, entre ellos, una dama, que tuvo el favor del rey durante la hegemonía de “Dany” nos invitaron a Juan Carlos Hurtado y a mí a una agradable reunión social.
En medio de las especulaciones de posibles nombramientos del nuevo gobierno independiente del muchacho que supuestamente había logrado hacerse elegir como alcalde sin la ayuda de la clase política tradicional, la oferente me preguntó mirándome a los ojos que si les iba a ayudar en el gobierno.
Contesté que sí, que claro, que obvio, pero que debería tenerse en cuenta que, bajo ningún pretexto, y, en esto, soy irreductible, nunca me convertiría en cómplice para tapar mierdas y desaciertos de un tipo como Quintero, un mitómano de alto pelambre.
Sin terminar mi argumento, la anfitriona replicó: -¿y qué político no es mentiroso?, a lo que contesté: -pero Daniel es mucho más.
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