Rendón ronda por Medellín

J. J. Rendón, el por estos días famoso venezolano convertido en asesor del partido de la U y conocido en el mundo político por su presunta capacidad para difamar, desprestigiar y montar escándalos en contra de opositores, miembros de partidos contrarios o funcionarios públicos que considera que hay que hacer a un lado.

Recientemente, fueron sus «víctimas» la directora de Colombia Joven, Ana María Convers, y el representante Nicolás Uribe, quien se atrevió a denunciarlo al sentirse amenazado con hacerle un montaje con prostitutas si no intervenía para pedir al presidente Álvaro Uribe la destitución de Convers. Es muy delicado el poder que demuestra el extranjero Rendón dentro de la U, donde algunos disidentes como Martha Lucía Ramírez, Gina Parody y Armando Benedetti, han revelado manejos politiqueros en su interior que, incluso, han llevado al presidente Álvaro Uribe a intervenir y tomar cartas, para no dejar «reventar» el partido.

Lo sorpresivo, amigos lectores, es que Medellín no se ha quedado al margen de las actuaciones «non sanctas» del venezolano Rendón, quien entró a nuestra comarca haciendo campaña al lado del partido de la U con la complacencia de algunos funcionarios del gobierno afines al candidato caldense Alonso Salazar, utilizando sus mismas indecorosas estrategias, algunas de las cuales les mostraremos enseguida:

Desprestigiar a como dé lugar al candidato que va ganado las encuestas para la Alcaldía de Medellín, enviando correos por Internet con acusaciones sin fundamento y afirmaciones fantasiosas, imputando cargos inexistentes sin tener en cuenta las exoneraciones de los órganos de control al haberlo declarado inocente.

Ubicar al candidato Salazar en el segundo lugar de las encuestas para tratar de lograr ventajas del voto de opinión durante el último mes de campaña, buscando votos perdidos que les aseguren el triunfo, luego de haber intentado desprestigiar y despotricar del candidato Pérez Gutiérrez a diestra y siniestra.

Crear distractores con personas de reconocimiento nacional como Lina Moreno de Uribe y Jose Obdulio Gaviria, pretendiendo arrastrar el «Uribismo» marcado de Medellín hacia Alonso Salazar que de un día para otro aparece «ungido» como el mayor de los uribistas, cuando ha sido claro opositor de la política de seguridad democrática impulsada por nuestro Presidente.

Buscar el retiro del partido de los miembros de la U que no estén con Salazar, tales como Augusto Posada, Juan Carlos Vélez y los demás miembros de las listas para la Asamblea de Antioquia y el Concejo de Medellín que apoyen a Pérez y a Naranjo, quienes perciben la incoherencia de Salazar como representante de un gobierno de centro derecha como el de Uribe con principios que profesa el partido de la U.

Qué lástima que la política tenga que caer tan bajo, reflejada en las maniobras «macabras» de J. J. Rendón, incluso tentando a Juanes a caer en la trampa de apoyar a Salazar sin medir los perjuicios para la carrera del artista más querido por los antioqueños, pues es claro y evidente que para este astuto venezolano y sus amigos está por encima el fin que los medios, así estos vayan en contra de sus propios principios y valores.

Para Rendón y sus amigos? gracias por dividir a Medellín entre los que ustedes consideran «buenos» de los estratos 5 y 6 y los «otros» de los niveles 1, 2, 3 y 4, que como no apoyan a Salazar, hay que dejarlos de lado.

No queda, pues, ninguna duda: ¡Rendón ronda por Medellín!