Como tres viejas amigas que ya no se entienden están quedando ante la opinión pública tres de los fundadores del Movimiento Compromiso Ciudadano. Sergio Fajardo, Alonso Salazar y Luis Bernardo Vélez Montoya están a punto de darse puñaladas por la espalda con tal de hacer valer su hegemonía entre un grupos de mechudos con menos fuerza que un purga’o…
Los políticos reclaman más seriedad a la hora de referirse a las decisiones institucionales del Movimiento, en las que no tienen nada que ver las decisiones personales inmersas en intereses politiqueros, ahora que se acercan las elecciones territoriales de octubre próximo.
En la actualidad Compromiso Ciudadano, es un movimiento dividido, desquebrajado y sin opción de poder que reúne un mínimo de integrantes que hoy viven de la nostalgia del poder que ya no tienen…
Y precisamente por esas decisiones personales este fin de semana el “viudo del poder”, como lo apodó Fajardo, anunció que no le apostará a una campaña a la Gobernación de Antioquia, sino a la Alcaldía de Medellín.
El exalcalde Fabio Alonso Salazar Jaramillo, oriundo del Departamento de Caldas, de lo mejorcito que ha llegado a la ciudad, anunció su candidatura a la Alcaldía de Medellín en fórmula con el Candidato a la Gobernación Federico Restrepo, propuesta que no ha sido tenida en cuenta puesto que el mismo mandatario seccional no puede ver ya ni en pintura al mismo Salazar.
La propuesta de los alonsistas fue calificada como insensata tanto en la campaña de los Ficos como en el piso 12 de la Gobernación. Algo que Fajardo no le perdona a Alonso Salazar fue la imagen que generó durante su Alcaldía. En palabras de “Dios”, Alonso Salazar fue un mal rato que le hizo pasar en su búsqueda incansable por la Presidencia de la República.
Además, Fajardo ungió a Gutiérrez y a Restrepo como sus candidatos, acto que no se echará atrás por encima de cualquier anuncio circunstancial. La relación de Fajardo y Alonso es tan lamentable que varios de sus twitter revelan el estado de la terminación de su noviazgo político que duró un poquito más de ocho años…
