Varios son los personajes que soportan en el interior del grupo político del recién chamuscado Gobernador Sergio Fajado la responsabilidad por los pésimos resultados obtenidos en las pasadas elecciones territoriales de octubre.
Los que más se opusieron a adherir a Federico Gutiérrez, nuevo Alcalde de Medellín, con el fin de cargar el muerto de Alonso Salazar políticamente hablando, fueron el exsecretario de Gobierno Departamental Santiago Londoño, el exgerente del IDEA, Mauricio Pérez, además, del “Asesor Espiritual” de Fajardo, David Escobar Arango.
Estos tres tristes tigres, estudiados en el extranjero al punto que hablan “español con acento”, se encargaron de impedir que Fajardo apartara rápidamente de la anterior campaña al exalcalde Salazar, porque su objetivo era impedir que Fico Gutiérrez tuviera opción.
Los resultados fueron contundentes, Alonso Salazar quien no alcanzó ni los 38.000 votos está perdido y muchos aseguran que lo vieron pasar pegado de una tabla de cama por el Río Porce junto con los integrantes de los partidos Alianza Verde y la Alianza Social Independiente, sin contar que la Senadora Claudia López la vieron a punto de tirarse por el Salto del Tequendama…
