En una entrevista el saliente Alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria admitió que tanto trabajo lo había alejado de la comunidad. Pero una cosa dice la conciencia y otra la inconciencia.
La inconciencia llevó al Alcalde Gaviria a crear las vicealcaldías durante el proceso de modernización del Municipio de Medellín, una de las gestiones más criticadas de este gobierno.
Las vicealcaldías que no aumentaron la burocracia de manera representativa, sí se gastan unos $2.200’000.000 (dos mil doscientos millones de pesos) al año, cerca de $10.000’000.000 (diez mil millones de pesos) en un periodo de cuatro años.
Los vicealcaldes son los intermediarios entre el mandatario de turno, con los secretarios de despacho, quienes son, por lo menos en teoría, los llamados a atender la comunidad, pero ni lo uno ni lo otro…
El nuevo Alcalde Federico Gutiérrez anunció que suprimiría esta figura, debido a que alejan al gobernante de la gente, que es precisamente lo que pretende su gobierno.
Con el presupuesto que se gastan las vicealcaldías se podría, por ejemplo, cubrir el déficit fiscal por el que atraviesa el Hospital Concejo de Medellín que alcanza los $3.500’000.000 (tres mil quinientos millones de pesos) con los que se alcanzaría la cobertura en un 100% de la población infantil de la ciudad.