Un presunto incidente fiscal por $561.000’000.000 (quinientos sesenta y un mil millones de pesos) halló la Contraloría General de Medellín en el negocio de adquisición de Aguas de Antofagasta, Chile, por parte de EPM.
El negocio por 965 millones de dólares realizado durante la gerencia de Juan Esteban Calle en la Alcaldía de Aníbal Gaviria tuvo que ver con la concesión de una planta desalinizadora que provee del servicio de agua a los habitantes de la ciudad de Antofagasta entre otras localidades de la región, además, que abastece a empresas mineras productoras de cobre del mismo sector.
El presunto incidente fiscal es una advertencia que el ente de control fiscal municipal hace a Empresas Públicas de Medellín con el propósito de que la nueva gerencia tome cartas sobre el asunto.
De acuerdo con la nueva gerencia, EPM evaluó el negocio con su respectiva proyección durante los años en lo que se pactó la concesión, decisión que, según ellos, se demostrará con el tiempo, fue la más acertada.
Sin embargo EPM informó que:
1. La Contraloría General de Medellín entregó a EPM los resultados del informe sobre el valor pagado por Aguas Antofagasta (ADASA) con concepto “Desfavorable” para la empresa. Este es el inicio de un proceso que permitirá avanzar, en aras de la claridad, en la revisión de la documentación presentada por EPM para adquirir ADASA.
2. EPM no comparte los resultados de este informe porque el valor que estima la Contraloría General de Medellín que debió pagarse, se basa en metodologías simplificadas e indirectas que parten de múltiplos de valor sobre transacciones no comparables, que no recogen las particularidades y potencialidades de ADASA.
3. El método universalmente aceptado para la valoración de empresas es el Flujo de Caja Libre Descontado (FCLD), el cual permite simular los resultados futuros de la compañía analizada y fue precisamente el que se empleó en el caso de ADASA por parte de EPM y sus asesores.
4. EPM reitera que tiene argumentos basados en el rigor técnico, jurídico y financiero que respaldan el valor que pagó por ADASA. Durante este proceso la empresa continuará aportando las pruebas necesarias que ratifiquen esta decisión, de la que sigue pensando que es un buen negocio.
5. Durante 61 años de historia, EPM se ha destacado por ser una organización transparente y responsable con el manejo de los recursos públicos. La compra de ADASA no es la excepción. La organización seguirá trabajando día a día para aportar al desarrollo de la ciudad y al bienestar de la comunidad.
Por su parte, la Contraloría General de Medellín argumentó que EPM tiene todo el derecho de compartir o no el informe preliminar de “presunta incidencia fiscal” pero voceros de la entidad fueron claros en advertir que se iniciará el proceso respectivo a través del que Empresas Públicas podrá argumentar y demostrar que la adquisición de ADASA es un buen negocio para evitar el inicio de un proceso de responsabilidad fiscal.
