La decisión más importante que deberá tomar el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, próximo a sus 67 años de edad, y al final de su carrera política, será la designación del aspirante a la Presidencia para las elecciones de 2018.
Y repito, será la decisión más importante, porque conociendo a Uribe como lo conocen en Antioquia deberá soñar todos los días con sacarse el “clavo” que le dejó Juan Manuel Santos luego de ponerse la banda tricolor.
El único posible aspirante presidencial que podría dar la pelea electoral es el exgobernador Luis Alfredo Ramos por su condición de haber purgado cárcel injustamente acusado de paramilitarismo. CD no tiene más opción…
El asunto con Ramos Botero, el más opcionado, es que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia todavía no le ha dado la boleta de salida de manera definitiva, situación que tiene al uribismo esperando para obtener un aspirante que compita en las próximas elecciones que estarán como para alquilar balcón. Se imaginan, ¿Ramos y Fajardo en un debate por TV para recordar el descurtido libro blanco?, pago por ver…
El resto de integrantes del sonajero uribista, integrado por Iván Duque, María del Rosario Guerra y Carlos Holmes Trujillo, firmes en sus aspiraciones electoreras, no tienen oportunidad debido a su flojera, falta de liderazgo y originalidad, además, que carecen de propuestas innovadoras por lo menos para llamar la atención.
Sobre el excandidato Óscar Iván Zuluaga hay poco que decir. “Zurriaga” tendrá que quedarse quieto hasta que las autoridades aclaren la verdad o no del ingreso de aportes económicos a la campaña de 2014 por parte de la constructora Odebrecht. Esa perla negra del collar le impide “aspirar” en el momento…
Ahora, qué piensa el Partido Conservador que está dividido. Algunos congresistas antioqueños de manera informal se han reunido con el exvicepresidente y aspirante Germán Vargas Lleras para analizar posibilidades, y otros con Uribe.
La estrategia de los godos con el inquisidor Alejandro Ordoñez y la chamuscada Marta Lucia Ramírez será hacerse reventar en la primera vuelta para posteriormente negociar en la segunda vuelta electoral su participación en el poder, adhiriendo al uribismo…
