viernes, julio 26, 2024

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HACER PERIODISMO


Jairo Cano me llevó de la mano al segundo piso a la oficina de Jorge Carvalho. Estaba vestido de una camisa blanca con una corbata café a rayas horrorosa, pero jefe es jefe. Tranquilo, muy amable y sobre todo prudente me dio orientaciones.

-Miré joven, bienvenido, su trabajo es no despegársele al gobernador Álvaro Uribe y al secretario de gobierno Pedro Juan Moreno, además vaya a la Asamblea a ver qué pasa, puntualizó…

La primera semana dañé tres grabadoras Sony de casete normal. Trabajar en Todelar fue una de las experiencias más maravillosas de mi vida porque entendí en qué clase de empresas son en las que no quiero estar…

Pero una cosa son los administradores de una empresa y otra muy distinta, gracias al Divino Niño, los compañeros de trabajo. Recuerdo que en Todelar trabajaba un señor Benítez, todo un “tetra”, ya murió también. Teníamos que llevarle las barras de los lapiceros blancas y pálidas para reemplazarlo por otro. Y ni qué decir de las pilas doble A, les teníamos que poner la lengua en la punta para evidenciar la ausencia de corriente…

En la Sala de Redacción del Noticiero Todelar de Antioquia tuve el placer de conocer excelentes compañeros y colegas: Jairo Cano, jefe de redacción, Patricia Vargas, quien iba de salida para RCN, Rodrigo Gómez, Sandra Parra, Olga Muñoz, Doris Orrego y Juan Manuel Muñoz, fastidioso como él solo, pero mejoró…

A Carvalho no lo volví a ver porque yo dejaba los informes grabados en el estudio de Jaime Barona, otro muerto, bajo la supervisión de “Jairito” a quien le aprendí a escribir en una Olivetti italiana con más de una reparación. Las mañanas después del noti me causaron curiosidad por las conversaciones entre Fernando Vera, César Pérez y Jorge que emprendían en la cafetería de al lado. De qué hablaban esos viejitos “godos” y clasistas, fue la pregunta que vine a resolver casi 10 años después: política…

La muerte de Jorge Carvalho refrescó mi memoria. Nunca recibí un reproche de ese caballero. Después de emprender puntodevistardb.com hablé con él varias veces. Acepto que me dio temor y hasta pena en alguna ocasión que sólo me dijo: –«Rubén Darío, se te va la mano algunas veces, pero me gusta»…

Entre las pésimas gerencias de Todelar, por la misma época, se ingeniaron la creación de un noticiero popular por Radio Nutibara. “QUE HUBO PUES ANTIOQUIA” presentado por Benjamín Castro y los integrantes del grupo Salpicón en sus inicios bajo la dirección de Jairo Cano Torres.

Qué bueno y divertido fue ese noticiero. Una señora llamó a Todelar a hacer una denuncia sobre el robo del que había sido víctima a mano armada en la sección de ropas de una cadena de almacenes con mucho “éxito” en el centro de Medellín.

A los 24 años, con brío, beligerante, con gravísimos problemas de autoridad recibí la denuncia que fue publicada logrando que se le indemnizara a la señora sin instaurar la queja ante la autoridad competente. ¡¡Qué bueno es hacer periodismo!!…

Días después fui llamado a la gerencia comercial para notificarme que esa “exitosa” cadena de almacenes había cancelado un jugoso contrato publicitario para esa época. “El Mono” Lafaurie, que repito, también murió, me dijo: ¡¡Qué bueno es hacer periodismo!!…

Una semana después me llamó la hermosísima Avelina Barboza Chumaceiro quien se desempeñaba como Directora Jurídica de la cadena. Con su nalga inigualable y su piel morena, muy triste y apenada dijo: -Muchacho debo entregarle la carta de despido. ¡¡Qué bueno es hacer periodismo!!…


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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.