La campaña a la Presidencia de la República continúa bastante sosa, pueril y monótona, pero después de las elecciones para Congreso, será más entretenida por la sencilla razón que el reparto de la fuerza parlamentaria entre candidatos revelará, en parte, la fuerza electoral de cada uno de los aspirantes a la Casa de Nari.
Sin embargo hay que advertir que gane el que gane el país continuará igual y en las mismas condiciones, y quien lideraría un modelo económico distinto al actual, al neoliberalismo, sería Gustavo Petro, que no será elegido Presidente de Colombia.
Hace un par de días acudí a mi odontóloga para que cambiara una amalgama de hace 35 años con la que me taparon una muela podrida. Acepto que era más amalgama que muela que por causa de un “patacón” partí en dos.
Durante la consulta odontológica, la profesional de la “fresa” expuso su preocupación por el favoritismo presidencial que reveló última encuesta encargada por medios capitalinos que ubicó a Gustavo Petro en el primer lugar.
¿Qué vamos a hacer?, ¿nos vamos a volver como Venezuela?, ¿nos van a expropiar?, ¿será irnos del país?, fueron algunos de los interrogantes de la asustada dentista.
Lo que hay que anotar es que ver noticieros de televisión asusta, incomoda y estresa, es mejor ver fútbol, Netflix o porno, lo aseguro, pero también es cierto que es necesario tomarse el tiempo suficiente para analizar lo que hay en el fondo y por detrás de esas encuestas.
También es cierta la necesidad de analizar las intenciones que tienen los propietarios de los medios de información: los empresarios, que, además, poseen intereses personales a la hora de participar de la “cosa pública” para beneficiar sus negocios. ¿Petro ayudaría a los grupos económicos siendo presidente?, lo pongo en duda…
¿Qué es una encuesta? Las encuestas, ínclitos lectores, son como las morcillas, según el asesinado político conservador Álvaro Gómez Hurtado, quien en su momento dijo que son muy buenas para quien las gana o se las come, pero no se puede preguntar cómo y en dónde las hicieron porque les meten hasta caca…
Dónde la hicieron, quiénes participaron en la encuesta, qué tanto es verdad y qué tanto es mentira deben ser las preguntas. A los mismos medios masivos de información de propiedad de empresas privadas sólo les interesa la facturación antes que apoyar una campaña que podría convertirse en un dolor de cabeza para el sostenimiento de sus negocios.
Ahora, la diáspora y éxodo de venezolanos huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro, los problemas en la recolección de basuras en Bogotá y los ataques del Ejército de Liberación Nacional, ELN, en diferentes partes del país por la suspensión de los diálogos preliminares con el Gobierno de Santos no dejan bien parada una candidatura de izquierda y menos la de Petro, quien es un buen político ventejuliero, pero un mal administrador. Eso piensa el ciudadano promedio…
Otro de los sucesos que no ayuda para nada la aspiración presidencial del exalcalde de Bogotá son los ataques de los que han sido objeto los integrantes de la Fuerza del Común, FA, en los que su aspirante presidencial Timochenko ha sido el blanco de “clara y huevo”.
Esa postura “beligerante” del ciudadano promedio, no sólo afecta la campaña de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC, sino también las campañas que tengan relación con la izquierda en el país, porque lo que se ve, es que, el próximo presidente de los colombianos será del lado derecho.