martes, diciembre 10, 2024

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“RÍO REVUELTO”

Muchos han sido los comentarios que intentan explicar cuál fue la razón o la circunstancia por la que se chamuscó la saliente Senadora por el Partido Conservador Olga Lucía Suárez Mira, quien a mil lidias sobrepasó el domingo 11 de marzo, día de elecciones para Congreso, un poquito más de los cuarenta mil votos insuficientes para sostener su curul.

Algunos de los bellanitas que conocen a fondo los detalles de la casa política de la Familia Suárez Mira dieron a entender que fueron muchas las “cuentas” que le cobraron al cuartel conservador que influenciaba el presente y futuro de ese municipio del norte del Valle de Aburrá.

La continuidad en las Alcaldías en Bello y la percepción que los enemigos sembraron entorno a su apellido de estar tapados de plata, asunto que no es cierto, al demostrarse que carecían de las “tulas” con las que contaron los dos senadores antioqueños electos, evidenciaron la derrota política y la pérdida de poder de la Familia Suárez Mira.

Dicen también en el municipio de Bello que los errores del Alcalde, al parecer, por falsificar un “cartón” de Bachillerato, terminaron por convencer al electorado que todos los Suárez Mira son susceptibles de cuestionamientos por estar involucrados en asuntos presuntamente chuecos.

Un integrante de la misma casa política advierte que el oscurantismo del Jefe Óscar Suárez, prófugo de la justicia por presunto enriquecimiento ilícito, y quien, además, no está enterado de cómo ha cambiado la región y cómo el valor de la palabra no existe sino el valor de un voto que pasó de $50.000 (cincuenta mil) de octubre de 2017 a $150.000 (ciento cincuenta mil pesos) días antes de elecciones para Congreso, también afectó la campaña de Olga Lucía.

Dicen también que el “cansancio” y “vejez” política de la saliente Senadora, que no se vio gastando suela, sino acomodada para que la maquinaria funcionara, fue otro de los motivos por los que Olga Suárez perdió más de 30 mil votos en las elecciones del 11 de marzo con respecto a los resultados obtenidos hace cuatro años.

Algunos de los integrantes del cuartel suarista ratificaron que en Bello existe una población atractiva y juiciosa que participa en cada una de las jornadas electorales con el fin de figurar en la “cosa pública” para continuar con la lucha de seguir convirtiendo al norte del Valle de Aburrá en un “Urabá chiquito” a través del desarrollo urbano, económico y social.

Ese “Urabá chiquito” en el norte del Valle de Aburrá generó en la clase política y los integrantes de todos los partidos electoreros la intención y el interés de pescar en rio revuelto para conseguir votos en esa municipalidad que los Suárez dejaron de aprovechar.

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.