viernes, diciembre 13, 2024

Lo último

Noticias relacionadas

CÁLCULOS DEL DOCE

Desde el comienzo del gobierno municipal del Alcalde Federico Gutiérrez (2016) se habló sobre la manera en la que llegó al poder. Federico, el mandatario, partió su corazoncito en varias partes, un pedacito para Fajardo, otro para Uribe, otro poquito para los empresarios del GEA y el restante para él y su gente.

La realidad política de ese momento era muy distinta a la actual y los cálculos que se hacen desde el piso doce del Municipio de Medellín apuntan hacia el uribismo.

Además, el gobierno local no quiere saber nada políticamente hablando de los concejales integrantes del Movimiento “Creemos” debido a que no sirvieron pa’ forro, y por el contrario, se convirtieron en más que un estorbo, dicen en el mismo gobierno…

Ahora, aunque no se admita públicamente, algunos de los integrantes de la Alcaldía de Medellín, tampoco quieren saber ni mu, del excandidato presidencial Sergio Fajardo y el resto de sus seguidores, que integraron el gobierno municipal.

En ese sentido, en el gobierno local están buscando un nombre que pueda medírsele a una posible candidatura en las elecciones del año entrante apoyado por la actual Administración. Hasta el momento sólo se ha rumorado sobre las intenciones y hasta reflexiones que tiene el Secretario de Gobierno, Santiago Gómez Barrera, íntimo y mano derecha del Alcalde.

Lo único que se conoció antes de la segunda vuelta presidencial fue la renuncia de Gómez Barrera, presentada con el propósito de que se fuera a trabajar en la campaña del recién electo presidente Iván Duque.

El asunto que generó bastantes suspicacias en el momento, fue que por orientación del gran “jefe natural”, el que lo entendió lo entendió, se decidió que acompañara, otro buen rato, al Alcalde Federico en su gobierno.

Artículo anterior
Artículo siguiente
Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.