Reparos son los que le han sobrado al actual Secretario General del Concejo de Medellín Rubén Ramiro Estrada Sierra por la falta de celeridad a la hora de cumplir sus obligaciones como ordenador del gasto del segundo Concejo Municipal más importante del país.
El Concejo de Medellín es la corporación pública y Junta Directiva del Alcalde Federico Gutiérrez en la que se analizan y debaten temas de interés general en aras de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
Con un presupuesto de unos mal contados $23.000’000.000 (veintitrés mil millones de pesos) al año, el ordenador del gasto tiene que garantizar el óptimo funcionamiento de la entidad para que los 21 concejales y sus respectivos integrantes de las unidades de apoyo funcionen como debe ser: bien…
Además, la corporación cuenta con empleados de carrera administrativa que cumplen diferentes tareas en las que se cuentan asesorías jurídicas a través de las Comisiones Permanentes, publicaciones por parte de la Unidad de Comunicaciones y Oficina de Servicios Generales por la que se garantiza el transporte, aseo y alimentación, entre otras importantes y cotidianas tareas.
El Concejo es una empresa en la que, paradójicamente, su gerente no es el presidente o presidenta de la Mesa Directiva, que en este caso es la corporada Aura Marley Arcila Giraldo, sino que es el Secretario General Ramiro Estrada que maneja la chequera. Estrada es cuota política del cabildante Héctor Preciado, integrante de Centro Democrático.
Entre las incomodidades de algunos empleados con el Secretario Estrada Sierra se encuentran las omisiones de su despacho para adelantar el mantenimiento de la planta física, un poco afectada.
Esa circunstancia desmejoró el clima laboral entre algunos integrantes de las área administrativas al punto que varios solicitaron a uno o dos concejales intermediar para solucionar de manera pronta los problemas de filtraciones de agua, pues llueve más dentro que fuera de las instalaciones de la entidad debido al pésimo estado de algunas tuberías, inclusive, de aguas negras que tienen con sombrilla a los empleados con oficina en el sótano del edificio…
En un informe oficial en el que se hace la compilación de los daños de algunos lugares de la planta física, se resalta la falta de celeridad para solucionar el mal estado y pésimo funcionamiento del aire acondicionado.
Empleados cansados de la situación han advertido que el Secretario General hace caso omiso a las tareas de mantenimiento, y entre las soluciones planteadas desde su despacho, fue la conformación de un Grupo Elite que tiene como objeto ejecutar de manera permanente “La Operación Trapero” para secar las filtraciones de agua en diferentes sitios de la entidad.
La cosa está tan grave, dicen, que al parecer, empezaron a gestionar la consecución de unos veintidós pares de botas pantaneras e igual número de capas de plástico para sesionar en momentánea tranquilidad puesto que también llueve en una parte del recinto. Quien tendrá el privilegio de adquirir doble dotación es el personal de la concejala Nataly Vélez debido a que a su oficina se le cayó el cielorraso, lo que prevé un seguro vendaval.
El interés de esta nota no es sobredimensionar los cuestionamientos contra el “lento” Secretario General y sus por menores pírricos, porque vendrán cosas peores dice la biblia…
La cereza del postre es con buena crema. Mientras la Mesa Directiva del Concejo y especialmente su presidenta Aura Marleny Arcila, una mujer con carácter y ejecutiva se desgasta por resaltar los 30 años de existencia de la Biblioteca “Carlos Mauro Hoyos” en donde se encuentra gran parte de la información sobre la ciudad, al Secretario Rubén Ramiro le dio por afirmar, al mejor estilo de Alejandro Ordoñez, que esa Biblioteca hay que cerrarla porque no va nadie…
Como si fuera poco la semana anterior algunos funcionarios de la corporación le realizaron un derecho de petición al Secretario para que rinda cuentas sobre el presupuesto para educación no formal, préstamos a empleados, incentivos, apoyo para compra de medicamentos y auxilios para tratamientos odontológicos entre otros conceptos. Ver Derecho de Petición