De lo poco que ha cumplido que prometió en campaña el presidente Iván Duque fue acabar “la mermelada” necesaria para que el país “clientelista” y “Burócrata” funcione como un relojito.
En el Congreso se preguntan por cuánto tiempo podrá resistir Duque sin tener en cuenta al poder “legislativo” que tendrá que “untar” para que le copie. Los políticos en Antioquia, por ejemplo, están preocupados porque están ad portas de morir de “inanición”…
Los paisas que hacen parte de la Cámara y Senado están convencidos que si el Presidente Duque Márquez evita la “participación programática”, entiéndase como reparto burocrático, será difícil que sus propuestas de gobierno tengan buen recibo en el Congreso.
La situación incomoda al punto que algunos de los integrantes del Centro Democrático, partido de gobierno que llevó al poder al actual presidente están preocupados por la falta de maniobrabilidad política que otorga la oportunidad de entregar cargos y contratos a quienes les ayudaron en campaña no solamente en la parlamentaria sino también en la presidencial.
Partidos como el Conservador sólo están comiendo pan y agua, enfrentan una hambruna burocrática fatal. Congresistas que desde el inicio de la campaña tomaron la decisión de apoyar a Duque, hoy están a punta de “omeprazol” para contrarrestar la dispepsia, la úlcera péptica y uno que otro reflujo gastroesofágico.
En una reunión se escuchó decir que varios de los godos que desde el principio apoyaron al “marranito” en campaña se encuentran mordiéndose la lengua porque después de 100 días de gobierno no les han dado ni la espalda. En el mismo encuentro susurraron que de continuar de esa manera, más temprano que tarde empezarán a desaprobar los mandatos del gobierno.