Con el inicio de la Semana Santa se incrementa el tráfico de flora y fauna, especialmente en las subregiones turísticas del Departamento.
Con el fin de proteger las diversas especies que son extraídas de su hábitat natural afectando los ecosistemas, desde el Comité Interinstitucional de Flora y Fauna de Antioquia, CIFFA, se realizará por cuarto año consecutivo de la campaña “MI COMPROMISO NATURAL”.
La estrategia es liderada por la Gobernación de Antioquia, el Área Metropolitana, Corantioquia, Cornare, Corpourabá, la Fiscalía General de la Nación, la Policía Nacional, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, Parques Nacionales Naturales de Colombia, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, AUNAP, con el acompañamiento de la Fundación Universitaria Católica del Norte y la Diócesis de Santa Rosa de Osos.
La campaña tiene por objetivo evitar afectar la biodiversidad en Antioquia y del país, a través de acciones, como operativos de revista y control como la sensibilización de las comunidades para que denuncien el tráfico ilegal de flora y fauna.
El Domingo de Ramos, por ejemplo, con el respaldo de la Fundación Universitaria Católica del Norte y la Diócesis de Santa Rosa de Osos, se entregarán en diferentes parroquias, gracias al área metropolitana, más de 21 mil plántulas ornamentales con el fin de que sean llevadas en la procesión como signo de alabanza y compromiso de protección del medio ambiente para que luego sean sembradas en cada jurisdicción.
Además se invitará a los párrocos de los municipios del Departamento para que promocionen la no utilización de la Palma de Cera, árbol nacional en peligro de extinción y hábitat del Loro Orejiamarillo.
De acuerdo con el Artículo 328 del Código Penal, el aprovechamiento inapropiado de los recursos naturales es clasificado como ilícito.
El incumplimiento de la normatividad existente con relación a la explotación, transporte, tráfico, comercialización y aprovechamiento de los especímenes, productos o partes de los recursos fáunicos, forestales, florísticos, hidrobiológicos de especie amenazada o en vía de extinción o de los recursos genéticos, incurrirá en prisión de cuatro a ocho años y una multa de hasta 35 mil salarios mínimos mensuales legales vigentes.