jueves, abril 18, 2024

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FLÓREZ DENUNCIA

Parece ser que desde el corregimiento de Altavista en el barrio Belén en el suroccidente de Medellín amenazaron al concejal Alex Flórez, un cartagenero que desde hace varios años vive en la capital de Antioquia, y quien, además, hace parte del primer anillo de confianza del alcalde Quintero.

El cabildante sostuvo que las presuntas amenazas las hicieron desde una fonda ubicada en la vereda El Jardín de dicho corregimiento, mientras adelantaban una visita al sector.

“Ellos dijeron que me iban a matar, le manifestaron a funcionarios de la administración pública que me estaban esperando. Dijeron “al maldito de Alex Flórez lo pelamos o lo mandamos a pelar”. Esto no puede pasar en Medellín y menos contra una persona que representa la democracia. Si esto ocurre contra un concejal cuál es el estado de vulnerabilidad que puede sentir un ciudadano. Me siento intimidado”, expresó el corporado.

En Medellín cuando van a matar una persona, la matan, no le avisan, sin embargo, hay que reconocer que debe ser un tanto incómodo estar en dicha situación si se tiene en cuenta la polarización política en la que se encuentra la ciudad entre los unos, los integrantes del “pinturismo” quienes gobiernan, y los otros, los empresarios, los viudos del poder.

El alcalde Quintero sobre ese asuntico manifestó:

Flórez Hernández instaurará las denuncias correspondientes ante la Sijín y el Gaula.

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A propósito del concejal Alex Xavier Flórez Hernández se espera para el mes de julio de la presente anualidad el fallo en segunda y última instancia del Consejo de Estado en el que se definirá la continuidad o no de la permanencia del cabildante en la corporación luego de que un ciudadano preocupado instaurara una demanda en su contra por una posible inhabilidad en el momento en el que participaba en la campaña electoral de 2019.

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.