En reuniones navideñas a las que fueron invitados algunos periodistas se llegó a la conclusión que las Asambleas, incluida la de Antioquia no tienen oficio.
Los argumentos de algunos reporteros apuntan a que la Duma Departamental pasó de agache durante los cuatro años de gobierno en el que Sergio Fajardo se desempeñó como mandatario seccional.
El trabajo sobresaliente de la Asamblea Departamental de Antioquia, dicen los acuciosos reporteros, se debió al empeño y control político que hicieron los diputados por el Polo Democrático Alternativo, Jorge Gómez y liberal Adolfo León Palacio, quienes, acompañados y de manera independiente denunciaron los desaciertos del saliente Gobernador.
El desempeño del resto de los corporados departamentales estuvo envuelto en míseras coimas, falta de estudio, liderazgo, compromiso con sus electores, poca academia, estudio, y lo peor, sin ninguna clase de representación como para generar, por lo menos, reacciones ante la opinión pública.
Sí los habitantes del Departamento quieren verificar la precaria representación de Antioquia, no es sino que visiten las instalaciones de la Asamblea Departamental para que se mueran de la tristeza…