Que la política es dinámica, se ha convertido en la justificación perfecta de muchos integrantes de los diferentes cuerpos colegiados que componen nuestra magnífica democracia cuando son invitados a la mesa en la que se saborean las mieles del poder, después de equivocarse a la hora de definir su apoyo en las contiendas electorales.
La estrategia utilizada por cada uno es la que define el nivel de “stretching político” del colegiado. Así, se escuchan algunos que a la hora de definirse por un partido dicen “yo no soy liberal, ni de la U… soy gobiernista” frase célebre del ilustre exconcejal y ahora Diputado “El Santy” Martínez.
Otros, un poco más pudorosos, alguien diría, más estrategas, se convierten en el sirirí del gobernante, con la certeza de que un par de denuncias bien elaboradas y bien publicitadas serán la puerta de entrada a la colmena del poder.
Algo así ha sido el juego del Concejal Jesús Aníbal Echeverri, quien “late echado”. En lo que va corrido del año el cabildante ha hecho un par de denuncias que han sonado y tronado por los medios de comunicación a nivel local y que dejan ver la realidad que se vive en Medellín: “Combos piden vacuna para no reclutar menores” y “Por proliferación de habitantes de calle, Avenida de Greiff con Cúcuta, es peor que la calle del Bronx”.
En honor a la verdad, hay que decir que ambas denuncias son completamente oportunas, que Medellín no es la panacea que Fajardo, Aníbal Gaviria y Salazar le vendieron a Colombia y al mundo, por intermedio de los medios de comunicación de circulación nacional, que a cambio de crear la ilusión llenaron sus arcas.
A las denuncias acertadas, a su contundente publicidad, hay que sumarle un tercer elemento fundamental en la estrategia: el tiempo en que se realicen, y ese es otro acierto del Concejal. Aprovechando el inicio y finalización de los periodos de los mandatarios, se lanzan las denuncias, empantanando al saliente y dejándole ver al entrante que es mejor que coman en la misma mesa, pues como contradictor podría ser bien molesto.
En 2012 Echeverri jugó con la misma estrategia, corrían los primeros meses del año cuando el escándalo mediático interrumpió el sueño de los paisas, con las denuncias de las amenazas a las diferentes comunidades educativas, sobre todo en el sector de Belén y del centro de Medellín, escándalo con bastantes decibeles porque el saliente era el encargado de cuidar los huevitos del “más educado”.
La estrategia debió funcionar porque del Concejal en mención y de todos en general, no se escucharon denuncias o debates que de una u otra manera le mostraran a la ciudadanía el mal gobierno de Gaviria, sólo al término de la Alcaldía empezaron a enumerarse las irregularidades de una de las peores administraciones de los últimos tiempos en Medellín.
Como en el fútbol, si la estrategia funciona, se felicita al técnico, si fracasa es cambiado por otro. Por ahora, varios de los concejales de Medellín han jugado acertadamente, logrando mantener su curul y en algunos casos abonando su terreno para otras aspiraciones. Otro tanto se equivocó y fueron cambiados.