El Partido Centro Democrático se está reorganizando y para eso un grupo de congresistas tomó la decisión de decantar algunos de sus integrantes a los que esperan desplazar para quitarles su liderazgo debido a sus antecedentes en el escenario político los últimos 40 años.
Varios de los “puristas de CD” están convencidos que el exministro y exsenador Fabio Valencia Cossio encarna la vieja clase ortodoxa en que el clientelismo era la base del quehacer cotidiano en la actividad política.
La idea de la mayoría de Senadores y Representantes a la Cámara por los diferentes departamentos del país matriculados en Centro Democrático es sentar una postura para que Valencia Cossio deje la codirección del Partido. El denominado Bloque Uribista pretende «enderezar» el rumbo de CD para darle más opciones reales de poder.
La conspiración contra Fabio Valencia, por decirlo de alguna manera, empezó desde la conformación misma del Partido y se profundizó durante las campañas políticas para Congreso y Presidencia, gobernaciones y alcaldías.
El Centro Democrático se dividió en dos tendencias. Unos son los «puristas» que hablan de ideología y hasta “doctrina” uribista liderados por el Centro de Pensamiento Primero Colombia, y los otros, los ortodoxos, tradicionales e impuros que creen tener los votos, pero son vistos como clientelistas al interior de la colectividad. Pero la verdad sea dicha, ni los unos, ni los otros tienen votos, los votos son de Uribe quien lo ha demostrado en repetidas ocasiones.
Lo cierto es que los «puristas» han perdido el manejo del Partido, porque Valencia, un hombre que late echado, y que además, se sabe hasta las 39 paradas del machete, ha movido sus fichas para ir quedándose con el botín político.
Mientras tanto los “ramistas”, han hecho lo propio, pero con grandes reveces como lo sucedido con su excandidata Liliana Rendón, quien se quedó sin aval para su candidatura a la Gobernación, sin contar que los congresistas Regina Zuluaga y Oscar Darío Pérez no movieron una hoja, entre otras razones, porque son, la primera, una incauta a quien se le apareció la Virgen con su elección, y el segundo, un resucitado, ambos desgastados, con un discurso descurtido y viejo sin ninguna clase de credibilidad.
Las diferencias entre los integrantes y líderes de CD se evidenciaron mucho más en el 2013 con la designación del Candidato Presidencial de ese grupo significativo de ciudadanos que convocó a una Convención en Bogotá. Francisco “Pachito” Santos llegó como fijo ganador, pero Fabio Valencia volteó la Convención en la que finalmente resultó como designado candidato por el uribismo Oscar Iván “El Zurriaga” Zuluaga.
Desde ese momento, los «puristas» vienen rodando en neutra observando cómo Fabio Valencia, con la presunta complicidad del silencio de Uribe, se va quedando con el Partido, para cimentar, dicen los de CD, un feudo clientelista.
El anunciado Bloque Uribista cuenta en la actualidad con bastante eco en otros departamentos del país en donde sucede lo mismo con otros excaciques electorales que resucitó Uribe y quienes tienen la mera intención de seguir mandando políticamente en sus regiones. En Antioquia están casi todos los congresistas exceptuando obviamente al hijo de Fabio el Representante a la Cámara Santiago Valencia y los ramistas Regina Zuluaga y Oscar Darío Pérez.