viernes, julio 26, 2024

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ABUSO Y PODER

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Sin temor a equivocarme podría afirmar que la mayoría de personas sentimos indignación frente al abuso y acoso sexual infantil y en especial cuando se presenta bajo el escudo de instituciones que dicen proteger a los desamparados.

Tuve la oportunidad de ver la ganadora del “Oscar” a mejor película SPOTLIGHT del director Tom McCarthy en la que participan Mark Ruffalo, Michael Keaton y Rachel McAdams, entre otros actores.

La cinta que tiene en español el nombre de -PRIMERA PLANA- narra los obstáculos que un grupo de periodistas del “Boston Globe” tuvo que afrontar para desenmascarar el escándalo sobre los innumerables abusos sexuales contra niños cometidos por sacerdotes católicos de la iglesia de Massachusetts.

Desconcertante es comprender por qué los subalternos del Papa Francisco son capaces de ocultar la presencia de pederastas en su institución para convertirse en cómplices de sacerdotes que se meten más de un muchachito bajo sus sotanas.

El año anterior en plena temporada electoral un profesor del Liceo Salazar y Herrera comentó lo que había pasado en la Institución Educativa. Un niño de 13 años estudiante de primaría, abusó de un compañerito de 7 años. El dictamen de Medicina Legal reveló que el niño abusado no había sido penetrado, situación que los curas del colegio manejaron estratégicamente para impedir que no se hiciera ninguna clase de denuncia por parte de los papás del menorcito para evitar un escándalo.

Pero no menos bochornoso es tener que aceptar que representantes del Estado se quedan callados para no hacer las denuncias frente al acoso y abuso sexual del que son víctimas muchos empleados públicos por parte de sus jefes inmediatos.

“La Comunidad del Anillo” es sólo la punta de lo que pasa al interior de muchas entidades públicas en las que se mezcla el poder, el dinero, las inclinaciones y perversiones sexuales.

El preámbulo es simplemente porque digerir la denuncia conocida no sólo me involucra como periodista, sino también, como padre de familia, tío, hermano y amigo…

En mi poder tengo un panfleto y dos cartas dirigidas al actual Rector de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar Ramírez en las que se denuncia a un exintegrante del área administrativa de la IPS Universitaria que está apunto de regresar a esa entidad.

En el panfleto, lastimosamente sin ninguna clase de validez por carecer de una fuente seria, se denuncian las posiciones, decisiones y presuntas irregularidades administrativas que comprometen a ese exintegrante del área administrativa de la IPS Universitaria.

De las dos cartas, la primera fue enviada al Rector de la U de A en el mes de mayo del 2015 en la que cinco mujeres jóvenes exempleadas y empleadas de la IPS denuncian el acoso y abuso sexual del que fueron víctimas por parte de ese exintegrante del área administrativa.

“(…) Muchas mujeres fuimos víctimas de sus insinuaciones, manoseos, miradas morbosas a senos y vagina, comentarios ordinarios, invitaciones indecentes y situaciones incomodas como encerrarnos y acorralarnos en su oficina en contra de nuestra voluntad, llamadas repetidas al celular en la noche y fines de semana, usaba el chantaje sexual a cambio de prebendas laborales. Aprovechaba cualquier celebración social de la institución para hacer malas propuestas, manosear y forzar encuentros íntimos. Por su posición jerárquica en la institución ejercía un poder sobre casi todos los empleados; quienes fuimos víctimas de sus constantes abusos le teníamos miedo y pánico, muchas de nosotras solicitamos traslado de sede, de área y como otras optamos por renunciar a la IPS (…)”.

Conocida la denuncia a través de la primera carta el Rector de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar, con toda la razón, restó importancia al tema debido a que no estaba firmada por las mujeres afectadas.

El pasado mes de febrero de 2016, las mujeres enviaron una segunda carta al Rector de la U de A con las respectivas rubricas en la que le dicen:

“(…) En esa oportunidad, por temor a represalias, le presentamos a usted un escrito sin firmar dando razón de las múltiples formas de abuso de las que fuimos víctimas en su momento. Sin embargo, ante la inminencia de la llegada del (Sr tal), a la Junta Directiva de la IPS, nos vemos en la obligación moral de ratificar y firmar lo que le expresamos a usted en ese momento (…).

Tanto el Gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez como el Rector Mauricio Alviar, debe analizar el asunto al detalle para evitar un escándalo peor del que se avecina debido a que las cartas enviadas a la Universidad de Antioquia serán la apertura de una tediosa investigación por parte de los organismos competentes.

No publicamos las cartas con el propósito de evitar exponer los nombres de las personas implicadas que podrían torpedear el proceso, además, que pretendemos salvaguardar la identidad de las mujeres que valerosamente asumieron el reto de denunciar esta clase de hechos de los que cualquier persona, como usted, puede ser víctima.

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.