Lo he dicho y escrito más de una vez: “entre políticos y periodistas no hay amigos y enemigos, sólo políticos y periodistas”.
Lo sostengo por la simple razón que los políticos se deben a su oficio por cuatro años porque pueden ser nuevamente elegidos electoralmente o a dedo y los periodistas seremos periodistas hasta que el alzheimer, la diabetes o la artritis deformativa nos lo permita.
Por eso hay que ser cuidadoso en las “luchas sin causa” que se inician porque el cambio de clima o escenario político pone a pensar diferente. Mi paisana y exdiputada Eulalia Yagarí, integrante del Partido Alianza Social Independiente, ASI, junto con su exesposo Alonso Tobón fueron por 12 años los cómplices de Sergio Fajardo y toda su plebe.
Les prestaron el partido conocido anteriormente como la Alianza Social Indígena, ASI, para que estos nuevos “Jorges Robledo” pudieran cumplir con los avales para sus campañas electorales, y lo más grave aún, permitieron que transformaran su propia colectividad que tenía como objeto trabajar por las comunidades indígenas de Antioquia. En otras palabras, más de 500 años después se dejaron conquistar nuevamente a cambio de nada, porque nada vimos, nada pasó…
En la actualidad, Eulalia Yagarí junto con mis hermanos de KARMATA RUA más conocido como Resguardo Indígena de Cristianía reciben al nuevo gobernador para tomarse la foto en medio de la fiesta. ¡Qué bella es la política!…
