viernes, julio 26, 2024

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AGUACATE Y TORTILLA

La llegada al Aeropuerto Benito Juárez de Ciudad de México fue más que puntual. A las 5:30 de la mañana y con un frio espantoso estaba recibiendo la maleta que, como cosa rara, no fue revisada como en otras ocasiones, puesto que un viajero solo, buenmozo y elegante como yo, genera bastantes suspicacias en las autoridades por ser un posible trasportador de polvo.

Del Benito Juárez salí hacia la TAPO, una terminal de transporte terrestre central en donde salen buses para algunos municipios. Primíparo, como siempre pregunté: perdone señora, donde consigo los pasajes para Querétaro. En la Terminal del Norte, respondió.

Salí de la TAPO con una maleta de 20 kilos a una estación del Metro, porque el taxi hacía el norte cuesta una millonada. Me monté en un vagón con olor a manteca, grajo, pelo sucio y mal aliento hacia mi destino. Dos veces hice trasbordo en el descomunal transporte compuesto por algunas estaciones que no tienen rampas ni acceso para discapacitados como yo. Por un momento añoré mi parroquia. La sensación y pensamiento que tuve fue muy parecida a la que se siente cuando se tiene sexo con la persona menos indicada: ¡qué mierda estoy haciendo aquí!…

A las 11:00 de la mañana logré por milagro divino llegar a ese terminal terrestre y comprar un tiquete que en dinero colombiano equivale a unos $40.000 (cuarenta mil pesos). ¡Oiga que lujo!, la cosa se compuso. Bus de lujo, cochecama, confortable con pantallita y pelis. Te dan una bolsita con galletas, agua o gaseosa y cositas para picar.

Antes de partir, una asistente de la transportadora salió con una cámara de video para grabar el rostro de cada uno de los pasajeros por razones de seguridad. A las 3:00 de la tarde del mismo viernes, 14 horas más tarde de haber salido de Medellín, había llegado a la hermosísima ciudad de Santiago de Querétaro en el Estado que tiene el mismo nombre.

En esta época, pleno verano, el sol se oculta a partir de las 8:30 de la noche, aspecto que cambió mi metabolismo como las gallinas que se duermen o despiertan cuando les apagan o prenden la luz, al punto que olvidé hasta comer.

Querétaro está ubicado en el centro del país y limita al norte con Guanajuato y San Luis Potosí, al sur con Hidalgo y el Estado de México y al oeste con Michoacán.

El domingo pasado durante la celebración del día del padre la banda municipal de Querétaro ofreció un concierto en el que la música colombiana sobresalió. La Múcura del compositor Crescencio Salcedo entre otras cumbias puso a bailar a más de un queretano a las 8:00 de la tarde…

Lo que coincidió con el 19 de junio fue la conmemoración de los 150 años del fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo en 1867 derrotado y capturado por el ejército nacionalista con el objeto de restablecer el régimen republicano en México.

Maximiliano fue un emperador, vea usted, a quien, como en todo país, algunos vende patrias le ofrecieron gobernar México. El tipo, que ni mala gente era, se comió el cuento y resultó pagando con su vida las pendejadas que, en su momento, hicieron los políticos de turno, que obviamente pasaron a la historia de la independencia del país del aguacate y la tortilla.

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.