Según la prensa de la Iguaná, la Senadora Sofía Gaviria Correa tendría la curul asegurada para el próximo periodo 2018 – 2022 por su sobresaliente trabajo legislativo.
Sin embargo hay quienes advierten que la hermanita del exalcalde Aníbal Gaviria la tendrá difícil por la sencilla razón que en la actualidad no tiene a su familiar para que le sostenga los votos de la maquinaria municipal.
Hace tres años y medio, durante las últimas elecciones para Congreso a Sofía Gaviria le tocó arrodillarse en dos corozos y hacer fuerza para que el actual Ministro del Interior, Guillermo Rivera no la sacara de la competencia.
Ese panorama está más duro si se tiene en cuenta que los posibles grupos y garajes políticos que la pueden apoyar en Antioquia le tienen pereza por las actuales circunstancias.
Los movimientos políticos que lideran tanto el concejal Fabio Humberto Rivera y el Director del Área Metropolitana, Eugenio Prieto Soto firmaron con sangre un convenio para cabrestear las campañas a Cámara de Representantes de Omar Hoyos y Carlos Mario “El Flaco” Mejía. Por el momento no tienen candidato al Senado de la República.
El asunto es que por gratitud con el exalcalde Aníbal, a Fabio le correspondería apoyar a su hermanita, decisión que sería la más sensata. Sin embargo, la situación para el grupo de Prieto Soto es más compleja.
Por un lado en caso de anunciar el apoyo a Sofía se le revienta el trabajo debido a que al mismo Alcalde Federico Gutiérrez no le interesa saber nada de la logia Gaviria Correa, y por el otro, algunos de los integrantes del “prietismo” saldrían en desbandada porque no se les olvida que en las pasadas elecciones territoriales no apoyaron la campaña de Eugenio por salir a unirse al fallido proyecto de Juan Carlos Vélez, hoy exintegrante de Centro Democrático.
Lo cierto es que en la actualidad la Senadora, Sofía Gaviria la tiene bastante dura en Antioquia porque carece de la ayuda de su hermano el exalcalde para que le ofrezca votos, además que su desempeño pobre y poco sobresaliente tampoco la tienen en buena posición para sostenerse como integrante en una de las instituciones públicas y políticas más desprestigiadas del país.
