miércoles, abril 24, 2024

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“CUESTIÓN DE ESTILO”…

Los compadrazgos electorales generan regularmente el pago de “compromisos” o comisiones de acuerdo a la contratación estatal tipificada en la Ley como “Delito de Concusión”, práctica recurrente, ya normal, en el sector público, resultado de la perversa combinación malintencionada entre políticos y contratistas. Nadie pone, pero todos comen…

Amigo, tranquilícese porque todos pero todos, los grupos económicos, los empresarios, los integrantes de directorios electorales, personas jurídicas y naturales, periodistas, barrenderos, mandaderos, testaferros, mucamas, razoneros, comisionistas, intermediarios, madres, padres y políticos nos convertimos en “contratistas” para beneficiarnos de alguna manera de los recursos del Estado.

Eso no es malo si se tiene en cuenta que el modelo económico absolutamente neoliberal está basado en la privatización estatal, el libre mercado, en la apertura y en la competencia entre demanda y oferta, y el que no se meta o no entienda esa línea que lidera el nuevo ordenamiento mundial se lo llevará el purísimo, no hay discusión.

Ahora, la verdad también sea dicha y es que así vivamos de los recursos del Estado, los inescrupulosos no tienen fronteras para ingeniarse la manera de defraudar el erario y convertir la contratación pública en un lucrativo y excelente negocio.

Por ejemplo, los constructores y empresarios de grandes obras de infraestructura, que obviamente tienen amigos en el gobierno, no cometen ninguna clase de irregularidad en sus contratos, por el contrario, el mico lo meten desde la creación de la misma propuesta puesto que sobrevaloran materiales, costos, riesgos, seguros, retrasos y proyecciones, incluidas desde el comienzo de la iniciativa. Burro amarrado, es decir roban con estilo, que no se note…

Durante el debate que adelantó el Concejal, Bernardo Alejandro Guerra Hoyos sobre las irregularidades que se vienen presentando en el Hospital General de Medellín que gerencia Jesús Eugenio Bustamante Cano participaron algunos de los médicos y personal administrativo que decidieron dejar la entidad.

Entre los reparos que se presentaron en el debate sobresalen las críticas contra Bustamante Cano que van desde el desconocimiento de la historia y procesos institucionales, falta de organización y gestión interna y externa, hasta la desconfianza en el personal inmediato y creación de una agenda abierta para lagartear y cerrada para atender a su equipo de trabajo.

Lo paradójico es que el gerente del Hospital General se quedó solo en este debate porque ninguno de los concejales que defendieron su gestión el año anterior salió al paso.

La Junta Directiva de la entidad hospitalaria presidida por la Secretaria General de Medellín, Verónica de Viveros fue clara en afirmar en la falta de confianza que le tiene al gerente al punto que hace una reunión de junta cada ocho días para respirarle en la nuca con el fin de supervisar sus presuntas malas actuaciones.

La semana anterior el Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez le envió una carta al gerente Jesús Eugenio Bustamante en la que le solicita de manera respetuosa que abandone el cargo y deje trabajar. Ver “MODO ACTIVO”

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.