jueves, abril 11, 2024

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EL DIEZ

Se quedaron cortos Maradona, Messi y CR7, ante la jugadita del saliente presidente del Senado Ernesto Macías Tovar con la que dejó en fuera de lugar al vocero de la oposición Jorge Enrique Robledo, quien haciendo uso del Estatuto de la Oposición tenía derecho a pronunciar un discurso como réplica al del “incapaz”.

La jugadita de Macías Tovar “el bachiller”, logró que el discurso de Robledo fuera escuchado por sus seguidores y sus familias, porque de resto todo el Congreso abandonó el recinto.

Minimizar la conducta del Senador de Centro Democrático como lo pretendió el “incapaz”, es sumamente delicado y es la ratificación del desdén con el que ese partido pretende tratar la ley.

En el gobierno de Uribe, se cambió un articulito (la jugadita de Uribe), para poder mantener su gobierno durante cuatro años más. La exitosa jugada logró por primera vez en país que se diera la reelección inmediata de un mandatario, argumentado (algo así como la salida por los costados), que era el tiempo requerido para arreglar el país.

Para desgracia de los uribistas, la jugada terminó en un autogolazo, pues con el mismo argumento, pero sin la necesidad de sacrificarse, el peor enemigo de Uribe, el Presidente Santos, logró quedarse en la casa de “Nari” igualmente por ocho años.

Y es que ese es uno de los problemas cuando se legisla y se elige con base en un nombre, tarde o temprano esa decisión se volverá en contra de los que la promovieron. En esta oportunidad, salió mal para los promotores de reformar el articulito, para el resto del país fue afortunada.

Hoy la próxima jugadita del partido de gobierno pretende dejar en libertad al condenado Luis Felipe Arias, el escudero de Uribe, promoviendo y apoyando la ley de la doble instancia con retroactividad.

Es muy difícil para un país, cualquiera sea, pretender salir adelante, cambiar sus condiciones históricas, cuando se legisla para un nombre o un nicho en particular, incluso atentando contra todos los principios enarbolados en la carta magna que sustenta ideológica y políticamente el Estado.

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Adolfo Ospina
Licenciado en Educación Español y Literatura de U de A, apareció hace unos 4 años a este proyecto. Especialista en pedagogía de la lengua escrita de la Universidad Santo Tomás, Ambientalista y defensor de los derechos de los animales, peor que Vallejo.